Un año después de la condena a Juan Darthés, ratificada el pasado mes de marzo en segunda instancia, Thelma Fardín ofrece una entrevista, pero ahora como referente de la lucha contra la violencia sexual y a favor de los derechos de las mujeres.
“Hoy estamos en una situación de total vulnerabilidad. Tenemos un ministro de Justicia (Mariano Cúneo Libarona) que, orgulloso, tuitea ‘desmantelamos 13 programas ideológicos’. Le dice programas ideológicos, por ejemplo, al programa de atención a víctimas en situación de violencia grave y urgente. Eso no es ideológico porque la violencia no pregunta a quién votaste”, afirma Fardín.
Para la actriz, el vaciamiento del Estado argentino en asuntos de género no solo hace más precaria la respuesta institucional, sino que genera miedo y silencio entre las supervivientes de la violencia sexual.
“Estamos en una situación muy grave que lleva al silencio. Todas esas mujeres dicen ahora: ¿A dónde voy a ir a denunciar?“, argumenta.

Fardín criticó que se use el factor económico para justificar los recortes: “Nos ahorramos seis millones de pesos (cerca de cinco mil dólares), pero es un insulto porque el sueldo de cualquier juez federal es de entre ocho y catorce millones (6.750 a 11.800 dólares) ¿Ese es el recorte que hay que hacer? ¿Hay que recortar en la seguridad de las mujeres, de las niñas, de los niños víctimas de violencia de género?”, se pregunta.
Una condena clave en Latinoamérica
El 12 de mayo de 2023, la Justicia brasileña dictó sentencia en primera instancia con absolución de Darthés al fundamentarse en el beneficio de la duda y en la prescripción del delito de abuso sexual denunciado por Thelma Fardin, quien presentó un recurso y llegó hasta el Parlamento Europeo para dar a conocer su caso a nivel mundial.
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En segunda instancia, el 10 de junio de 2024, la Justicia de este país dio marcha atrás y reconoció la validez de las pruebas y testimonios presentados, y se apoyó en estándares y principios internacionales para emitir una condena a seis años de prisión. Darthés, en esta ocasión, fue quien recurrió.
En marzo de 2025, con el voto favorable de cinco jueces, el Tribunal Regional Federal de Sao Paulo ratificó la sentencia de condena en un caso considerado clave para los derechos de las mujeres de Latinoamérica.
Fue en Nicaragua donde Thelma Fardín fue violada en 2009 por su entonces compañero de reparto en una obra de teatro, Juan Darthés, de nacionalidad brasileña. Ella tenía entonces 16 años y él, 46.
Fardín recuerda el impacto que sintió al escuchar la sentencia condenatoria: “Lo más fuerte fue ver que la Justicia escuchaba, que fallaba con perspectiva de género y que valía la pena todo el trabajo hecho, toda la fuerza puesta y toda la dedicación y la entrega a lo que lleva hacer un proceso”.
“El 99% de los casos de abuso sexual en América Latina no llega a una condena. Lo mío fue casi un milagro, pero demuestra que sí se puede, que la justicia puede fallar bien”, remarca, al insistir que su logro no puede seguir siendo la excepción.

En esa línea, agradece el trabajo de su equipo legal de presentar estándares internacionales, de instruir a los operadores judiciales con firmeza en que era posible aplicar una condena aún pasado un largo tiempo desde que se produjeron los hechos.
La actriz subraya que el sistema judicial se comunica “en un lenguaje técnico, inaccesible, que aleja a las personas” y por eso surgió su video podcast ‘Justas’, una colaboración entre la Fundación Thelma Fardín y la ONG Equality Now, con el objetivo de “traducir” el sistema legal, visibilizar experiencias positivas y mostrar que sí es posible fallar con perspectiva de género.
“Queremos dar herramientas a sobrevivientes, a quienes acompañan, a toda la sociedad”, afirma Fardín.
Violencia digital, otra tragedia
La actriz denuncia también la violencia sistemática que enfrentan las feministas y defensoras de derechos humanos.
Recuerda que ella recibió muchas amenazas organizadas, difundidas desde perfiles falsos o bots, al igual que la periodista Luciana Peker, exiliada en España por el hostigamiento que recibió en los últimos años.

“Cuando estas amenazas las recibe un periodista varón con otra agenda todo el mundo se indigna. A nosotras nos pasa hace años y no se investiga”, reclama Fardín.
Asimismo, señala la necesidad de legislar sobre violencia digital con perspectiva de género, algo que ya impulsa el movimiento Ley Olimpia en América Latina, porque -a su juicio- la Justicia sigue sin dar respuestas: “Ni la fiscalía de género sabe de violencia en redes, ni la fiscalía de informática tiene perspectiva de género”.
Fardín defiende el rol histórico del feminismo como “principal barrera de resistencia frente a los embates conservadores”, en un clima social actual “marcado por el odio y el individualismo”.
“El feminismo propone una salida colectiva”, afirma y asegura que para ella, ”el silencio no es una opción”.