Cómo hacer la Carbonara auténtica: el secreto italiano que no lleva nata
La pasta carbonara original no lleva nata, aunque muchos la agregan por error. Te contamos cuál es el verdadero secreto de esta receta romana, según los italianos puristas, y cómo lograr esa textura cremosa respetando los ingredientes tradicionales.
Por ABC Color
31 de julio de 2025 - 14:37
Pasta alla Carbonara.Shutterstock
Cómo hacer la pasta a la carbonara
Carbonara tradicional
Ingredientes
Pasta seca (usualmente spaghetti o rigatoni)
Guanciale (mejilla de cerdo curada; si es imposible conseguirlo, reemplazar por panceta, pero nunca por bacon común)
Yemas de huevo y, en ocasiones, algún huevo entero
Queso Pecorino Romano (de oveja, con sabor intenso y salado)
Pimienta negra recién molida
Elaboración paso a paso
Calentar una olla grande con agua abundante. Salar generosamente para que la pasta absorba el sabor.
Cortar el guanciale en tiras o cubos pequeños.
Rallar el Pecorino Romano y reservar.
Batir las yemas (y opcionalmente un huevo entero) en un bol grande. Incorporar el queso rallado y mezclar hasta obtener una crema densa; agregar una cantidad generosa de pimienta negra.
Cocinar la pasta al dente.
Dorar el guanciale en una sartén fría y, luego, calentar a fuego medio para que suelte la grasa sin quemarse. No agregar aceite.
Escurrir la pasta directamente sobre la sartén con el guanciale, reservando un poco de agua de cocción.
Remover para impregnar la pasta con la grasa del guanciale.
Apagar el fuego y verter la mezcla de huevo y queso sobre la pasta aún caliente, removiendo enérgicamente para emulsionar y crear una crema sedosa (sin cuajar los huevos).
Si es necesario, agregar un poco de agua de cocción para ajustar la textura.
Servir inmediatamente, espolvorear con más Pecorino y pimienta.
El momento crucial es mezclar los huevos fuera del fuego, aprovechando el calor residual de la pasta para cocinarlos muy suavemente y formar la característica crema.
Esta técnica, sencilla pero precisa, es la que permite conseguir una carbonara incomparable: cremosa sin nata, intensa y sabrosa gracias al guanciale y Pecorino Romano.
Para descifrar el misterio de la carbonara perfecta solo hay que respetar los ingredientes tradicionales y dominar la técnica. Olvidá la nata; lo único que necesita esta receta legendaria es un poco de paciencia, precisión y el respeto incondicional por la cultura gastronómica italiana. Así, cada bocado será un verdadero homenaje a Roma.