La Embajada de Corea presentó el taller gastronómico “Sabores reimaginados, Corea y Paraguay en fusión”. En el mismo, Marcelo Giménez, joven chef paraguayo de 20 años y actual participante del Programa URI de Promoción a la Cultura de Corea hizo una demostración de dos platos emblema de la comida coreana, pero con toques paraguayos en cuanto a sus ingredientes.
Fusión de culturas en dos platos
Marcelo Giménezrecuerda con precisión el momento en que nació su vínculo con el universo coreano. “Mi amor por la cultura coreana empieza en 2017, cuando tenía 12 años. Ahora tengo 20”, cuenta. Aquella fascinación surgió, según explica, en un contexto de búsqueda personal. “Era una etapa en la que sentía que no pertenecía a ningún lugar. Las canciones que sonaban en Paraguay no me gustaban. Entonces llegó el K-pop y eso despertó algo en mí”.
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Esa curiosidad lo llevó a sumergirse cada vez más en la cultura coreana, primero a través del idioma y luego con un compromiso más formal. “Me entusiasmé mucho por estudiar coreano y ahora lo estoy aprendiendo de manera oficial”, cuenta.

Para Marcelo, este proceso no fue solo un pasatiempo: “Fue una evolución personal, un desarrollo necesario. Estoy agradecido con la comunidad coreana en Paraguay y con la cultura coreana en general, que amo y aprecio profundamente”.
Desde pequeño, la cocina ya era una parte central de su identidad. “Siempre supe que quería ser chef. Me gustaba estar en la cocina de casa, mirar a mis papás cocinar, involucrarme”. Esa pasión lo llevó a estudiar formalmente gastronomía. “Hace tres años que estudio en el IGA de San Lorenzo. Ahora estoy en mi último año”, afirma.
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El cruce entre sus dos grandes pasiones —la cocina y Corea— se volvió inevitable. Cuando se le pregunta si su amor por la gastronomía coreana influye en sus estudios, no duda: “La comida coreana es la que más amo dentro de la cocina oriental. Mi deseo es especializarme en ella”.
Aún no ha viajado a Corea, pero ese es su próximo objetivo. En esta demostración culinaria, Marcelo eligió presentar dos platos coreanos emblemáticos: el bulgogi y el bibimbap.

“No solo son ricos, sino que representan dos caras de la historia coreana. El bulgogi era parte de celebraciones reales; el bibimbap, en cambio, es un plato del campo, del pueblo humilde. Me gusta esa unión de realidades”, explica.
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El Bulgogi: una tradición de la realeza
El término bulgogi se traduce literalmente como “carne al fuego” (bul significa fuego y gogi carne). Se trata de carne de res finamente cortada, marinada en una mezcla de salsa de soja, azúcar, aceite de sésamo, ajo y otras especias, para luego ser asada o salteada.
La historia del bulgogi se remonta a la dinastía Goguryeo (37 antes de la era común-668 de nuestra era), donde existía un plato llamado maekjeok —carne ensartada y asada al fuego— que se considera precursor del bulgogi moderno.
Durante el periodo de la dinastía Joseon (1392-1897), este plato evolucionó tanto en su preparación como en su popularidad, pasando de ser una comida reservada para la nobleza a extenderse entre todas las clases sociales gracias a su sabor y facilidad de preparación.
En la actualidad, el bulgogi es un símbolo de hospitalidad coreana y se disfruta tanto en celebraciones familiares como en restaurantes alrededor del mundo.
El Bibimbap: armonía en un cuenco
Por su parte, el bibimbap —cuyo nombre significa “arroz mezclado”— es un colorido cuenco que combina arroz blanco con vegetales salteados, carne (generalmente res), huevo y salsa gochujang (pasta de ají fermentado).
Su origen exacto es incierto, pero existen registros históricos, como el libro Dongguk Yeoji Seungnam (1530), que documentan la existencia de preparaciones similares.
Tradicionalmente, el bibimbap era consumido el último día del año lunar, cuando las familias mezclaban las sobras de diferentes guarniciones para dar paso a un nuevo comienzo.
Más allá de su origen humilde, el bibimbap se ha convertido en un plato icónico, elogiado tanto por su valor nutricional como por la armonía visual y de sabores que ofrece cada bocado.
¿Querés aprender a hacer las recetas que Marcelo presentó en el taller? Te mostramos.
Cómo hacer un Bulgogi Guaraní
Bulgogi guaraní
- Plato: Plato principal
- Receta: fusión coreano-paraguaya
Ingredientes
- 120 gramos de carne bola de lomo en tiras finas
- 30 gramos de salsa de soja
- 15 gramos de miel de caña
- 15 gramos de aceite de sésamo
- 10 gramos de jengibre
- 3 unidades de ajo
- 1 pizca de pimienta negra molida
- ½ unidad de ají rojo paraguayo
- ½ unidad de manzana dulce
- 1 cebolla blanca
- 1 mazo de cebollita de verdeo
- 20 gramos de semillas de sésamo tostado
Elaboración paso a paso
- Cortar la bola de lomo en tiras finas y colocar en un bol grande.
- Para la marinada, en una licuadora o mixer, agregar la manzana pelada y cortada en gajos, la mitad de la cebolla blanca en gajos, los ajos pelados, el ají rojo sin semillas, el jengibre y un poco de agua. Licuar hasta obtener la consistencia deseada.
- Colar el resultado y reservar en el bowl a utilizar.
- Incorporar a la marinada la salsa de soja, la miel de caña, el aceite de sésamo, la mitad restante de la cebolla blanca cortada en juliana y la cebollita de verdeo picada.
- Agregar la carne, mezclar bien y dejar marinar en la heladera por al menos 1 hora.
- Cocinar todo en una sartén caliente, sin agregar más aceite. Saltear a fuego medio-alto hasta que la carne esté bien cocida y ligeramente caramelizada.
- Al finalizar, espolvorear con semillas de sésamo tostado y servir caliente.