Natillas y otros platos que se consumen hasta hoy, en el recetario más antiguo de España

VALENCIA. Un recetario, considerado el más antiguo de España y uno de los más antiguos de Europa, data de comienzos del siglo XV e incluye recetas que ya no se conocen, así como algunas elaboradas hasta hoy, como las natillas o los buñuelos de queso.

Natillas.
Natillas.Shutterstock

Platos muy alejados en muchos casos de los gustos culinarios actuales, algunos de ellos con mucha azúcar y con hasta quince especias, pero también otros que siguen vigentes como natillas o buñuelos de queso, se incluyen en el recetario más antiguo, y algo misterioso, de España, datado a comienzos del siglo XV.

La Universidad de Valencia ha inaugurado una exposición sobre gastronomía medieval que exhibe por primera vez al público el ‘Llibre de Sent Soví’, el compendio culinario más antiguo conservado en España y uno de los más viejos de Europa.

El manuscrito, escrito en valenciano, data de principios del siglo XV, aunque se cree que su versión original fue redactada en 1324, y contaba con un prólogo.

En él se atribuye la redacción al encargo de un “misterioso y legendario rey inglés”, un dato que, según los historiadores, es improbable y podría haber sido una estrategia de “‘marketing’ medieval” para prestigiar el recetario, explica Ester Alba Pagán, vicerrectora de Cultura y Sociedad de la Universidad de Valencia.

El libro contiene una amplia variedad de recetas, muchas de ellas muy distintas a los gustos actuales, señala Pagán.

El recetario refleja el uso abundante de azúcar en preparaciones saladas, como la carne, lo que evidencia un “alarde culinario”, ya que tanto el azúcar como las especias eran productos de lujo en la época.

Una de las recetas más llamativas es el pollo con azúcar, que, según la vicerrectora, puede recordar a la combinación de sabores de la mostaza y la miel, presente en la gastronomía actual.

Son recetas destinadas a la nobleza, con platos sofisticados y elaborados que no formaban parte de la alimentación popular.

Un símbolo de estatus

Según Pagán, además del contenido culinario, el propio libro era un “objeto de prestigio”, concebido no solo como una recopilación de recetas, sino también como un símbolo de estatus que circulaba entre las élites aristocráticas y, por tanto, su distribución respondía a la estructura jerárquica de la época, en la que la gastronomía era un reflejo del poder y la distinción social.

La muestra de la Universidad de Valencia se organiza en tres secciones: ‘Cocina para leer. Los recetarios y sus ingredientes’, ‘Fogones medievales. La cocina como espacio de trabajo y creación’ y ‘Comer juntos en la Edad Media. El universo de la mesa’.

Reúne piezas procedentes de 23 museos y archivos de España y el resto de Europa, incluidos utensilios de cocina, cerámica dorada, libros de cuentas de banquetes y restos de alimentos medievales, indica Juan Vicente García Marsilla, comisario de la exposición y catedrático de Historia Medieval de esta universidad.

También incorpora imágenes del arte gótico y montajes interactivos que transportan al visitante a un mundo de sabores y costumbres de hace siete siglos.

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