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El apelativo de fruto seco feliz que le dan en algunos países al pistacho se debe a que cuenta con una semi apertura de la cáscara para ver el fruto, que se divide en dos partes que parecen una carita sonriente. No hay motivos ciertos de por qué se celebra su Día Mundial cada 26 de febrero, según Kitchen Academy, aunque asegura que se originó en Estados Unidos como una fiesta gastronómica para resaltar las propiedades de este alimento rico y nutritivo, con el objetivo de visibilizar la industria y su forma de producción.
El pistachero, un árbol cargado de leyendas
El pistachero o alfóncigo es uno de los árboles más antiguos del mundo, que se remonta a hace 7.000 años, aunque excavaciones realizadas en Turquía encontraron hallazgos que datan de hace 9.000 años. La única parte comestible de la planta, que puede llegar a vivir hasta 300 años, es la semilla, que tarda unos siete años en germinar y estar lista para su consumo.
Pasado este tiempo, su rentabilidad es muy superior a la de otras especies como el almendro, el viñedo o el frutal, de ahí a que se le denomine ″oro verde″, además de por el color brillante que identifica su fruto. Conocido ya por egipcios, romanos, griegos e introducido en el Mediterráneo a través de Italia, el pistacho es originario de Asia Menor y Occidental donde los árboles crecían de forma silvestre en las regiones altas del desierto, pero en la actualidad se puede encontrar en muchas partes del mundo, como en China, donde se le conoce como ″nuez feliz″, en Irán, llamado ″la nuez de la sonrisa″, o ″la almendra verde″ en otros lugares del universo.
Protagonista de numerosas leyendas a lo largo de la historia, esta exótica planta era considerada hace miles de años como un alimento de las clases pudientes, no en vano su nombre proviene de la palabra persa ″pisteh″, que significa fortuna, respeto y opulencia.
Según algunos relatos, para la reina de Saba este fruto era un alimento tan preciado, que solo dejaba consumirlo a la realeza llegando a imponer severos castigos a los plebeyos que lo comieran sin ser dignos de ello. Los alfóncigos formaban parte de los Jardines Colgantes de Babilonia, una de las siete maravillas del mundo antiguo, y cuenta la leyenda que fue Nabuconodosor II, Rey de Babilonia, quien mandó plantar los pistacheros para contentar a su mujer, la cual veía en esos jardines un lugar aburrido y monótono, convirtiendo así ese espacio natural en un lugar de ensueño para su esposa.
Hay cuentos orientales que también narran cómo, en el antiguo Oriente Medio, en las noches iluminadas por la luna, los amantes se refugiaban bajo los árboles del pistacho para escuchar el sonido del fruto maduro al abrirse, ya que representaba la buena suerte.
Incluso, en los tiempos de la Inquisición, fueron arrancados los pies de alfóncigos por la forma ″pecaminosa″ de abrirse sus frutos y sus connotaciones sexuales, y eso que en la época desconocían su potencial para mejorar la disfunción eréctil. Una investigación del Hospital Universitario Ataturk de Ankara recomienda su ingesta para mejorar la función orgásmica porque contiene un aminoácido llamado arginina, que relaja los vasos sanguíneos.
Un aperitivo con muchos beneficios para la salud
Este humilde aperitivo no solo es uno de los frutos secos más valorados en la gastronomía, sino que entre sus beneficios para la salud ayuda a regular el nivel de colesterol, mantiene una buena presión arterial y contribuye a controlar el peso por su efecto saciante.
Estudios recientes aseguran que una dieta rica en pistachos llega a prevenir algunas enfermedades y, según la Universidad de Harvard, el consumo diario puede lograr que una persona viva hasta 20 años más.
Su contenido en proteínas vegetales, fósforo, magnesio y potasio contribuye a reducir la presión arterial y la frecuencia cardíaca en situaciones de estrés, además de ser fuente de vitamina B6, que ayuda a reducir el cansancio y la fatiga.
Al tratarse del fruto seco bajo en grasas que menos calorías tiene, es también un buen aliado para las dietas destinadas a la pérdida de peso.
Además de regular el tránsito intestinal, está considerado como uno de los alimentos más antioxidantes que existen y es el mejor fruto seco para la diabetes, ya que normaliza los niveles de glucosa en sangre y mejora la resistencia a la insulina. Así que, una magnífica opción para celebrar el Día Mundial de esta delicia persa con tanto que ofrecer sería darle el protagonismo que merece todos los días del año.