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La rapidez con la que nuestro cuerpo quema calorías depende de varias cosas. Algunas personas heredan un metabolismo rápido, los hombres tienden a quemar más calorías que las mujeres, incluso en reposo.
Para la mayoría de la gente, el metabolismo se desacelera de manera constante después de cumplir los 40 años. A pesar de que no podemos controlar nuestra edad, género o genética, hay otras maneras de mejorar la rapidez de nuestro metabolismo.
Cómo acelerar el metabolismo
1. Trabajar los músculos. Nuestro cuerpo quema calorías constantemente, incluso cuando no estamos haciendo nada. Esta tasa metabólica en reposo es mucho mayor en las personas con más músculo.
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Cada kilogramo de músculo utiliza alrededor de 12 calorías al día solo para sostenerse a sí mismo, mientras que cada kilogramo de grasa quema solo 4 calorías diarias. Esa pequeña diferencia puede aumentar con el tiempo.
2. Hacer ejercicio. El ejercicio aeróbico no crea grandes músculos, pero puede acelerar el metabolismo en las horas posteriores al entrenamiento. Para obtener sus beneficios, probá tomar una clase más intensa en el gimnasio o incluí ráfagas cortas de trote durante tu caminata regular.
3. Beber mucha agua. Nuestro cuerpo necesita agua para procesar las calorías. Aun estando ligeramente deshidratado, nuestro metabolismo será más lento. En un estudio, los adultos que bebían ocho o más vasos de agua al día quemaban más calorías que los que bebían cuatro.
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Para mantenerse hidratado, es bueno beber un vaso de agua u otra bebida sin azúcar antes de cada comida y merienda. Entre horas tomá frutas que contengan agua de forma natural, en lugar de galletitas u otros snacks.
4. Cuidado con las bebidas energéticas. Algunos ingredientes de las bebidas energéticas pueden poner en alza el metabolismo. Están llenas de cafeína, lo que aumenta la cantidad de energía que el cuerpo utiliza.
A veces tienen taurina, un aminoácido. La taurina puede acelerar el metabolismo y ayudar a quemar la grasa. Pero el abuso de estas bebidas puede causar, en algunas personas, problemas como hipertensión arterial, ansiedad, adicción y/o problemas de sueño. No se recomienda en niños ni adolescentes.
5. Muchas comidas al día. Comer más a menudo puede ayudar a perder peso. Al hacer comidas fuertes con muchas horas entremedio, el metabolismo se ralentiza.
Hacer una pequeña comida cada 3 a 4 horas mantiene la velocidad de nuestro metabolismo, quemando más calorías durante el transcurso del día. Varios estudios también han demostrado que las personas que meriendan regularmente comen menos en las comidas.
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6. Utilizar condimentos. Los alimentos picantes tienen sustancias químicas naturales que pueden acelerar el metabolismo. Cocinar los alimentos con una cucharada de pimentón picante puede aumentar nuestra tasa metabólica. El efecto es probablemente temporal, pero si comemos alimentos picantes a menudo, los beneficios pueden sumarse.
7. Buenas proteínas. Nuestro cuerpo quema muchas más calorías digiriendo proteínas que con las grasas o los hidratos de carbono. Como parte de una dieta equilibrada, en sustitución de algunos carbohidratos, se pueden consumir alimentos ricos en proteínas magras que ayudan a aumentar el metabolismo.
Buenas fuentes de proteínas son la carne vacuna magra, el pavo, el pescado, la carne de pollo, el tofu, las nueces y los huevos.
8. Disfrutar un café negro. Tomando café con moderación, uno de los beneficios que puede producir es un aumento de nuestra tasa metabólica a corto plazo. La cafeína puede ayudar a sentirnos menos cansados e, incluso, aumentar nuestra resistencia mientras hacemos ejercicio.
9. Beneficios del té verde. El té verde ofrece los beneficios combinados de la cafeína y las catequinas, sustancias que aceleran el metabolismo durante un par de horas.
Las investigaciones sugieren que el consumo de 2 a 4 tazas de té bien puede ayudar al cuerpo a quemar un 17 % más de calorías que durante el ejercicio de intensidad moderada por un corto plazo.
10. Evitar las dietas estrictas. Las dietas que implican comer menos de 1200 calorías al día (las mujeres) o 1800 (los hombres) son malas para cualquier persona. Aunque pueden ayudar a bajar de peso, suelen estar exentas de una buena nutrición.
Además es contraproducente, ya que se puede perder masa muscular, lo que, a su vez, ralentiza el metabolismo. El resultado final es que el cuerpo quema menos calorías y recupera el peso más rápido que antes de la dieta.