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Qué es la canela y de dónde proviene
La canela nació en las soleadas tierras de Ceilán (Sri Lanka). Es la más antigua de las especies utilizadas en la India y en la China. Su origen se pierde en la noche de los tiempos. Se sabe que los sacerdotes egipcios utilizaron canela en el embalsamamiento de cadáveres y para realizar hechizos. La Biblia menciona a la canela como el ungüento esencial que componía los santos óleos.
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La palabra canela procede del hebreo kaneh (rama hueca) y de ahí derivó al kinnamon griego y al cannula latino. El árbol de la canela (Cinnmomum zeylanicum) pertenece a la familia del laurel (lauráceas) y crece en regiones tropicales.
Sus ramas son erguidas, recubiertas de hojas y recorridas por nervios de color rojo. Puede alcanzar los diez metros de altura en estado silvestre, pero se poda en árboles más pequeños y densos para facilitar su cultivo. Se cosecha una vez al año, en verano. La especia es la corteza interna que se extrae pelando y frotando las ramas. Las cortezas se enrollan una dentro de otra hasta formar una barra de casi un metro de largo.
Se dejan secar al sol, lo que hace que se curven hacia adentro. Las astillas sobrantes se emplean para rellenar las ramas más largas; las hojas y ramitas podadas se usan para extraer aceite y los bastones pelados se emplean como leña.
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La primera cosecha produce una corteza más gruesa e inferior. La calidad aumenta en podas sucesivas y la corteza más fina procede de los brotes más delgados del centro de la planta. El mayor productor sigue siendo Sri Lanka seguido de las islas Seychelles. También se cultiva canela en Brasil, Birmania, India, Indonesia, Indias occidentales e islas del océano Pacífico.
Sabor y otras características de la canela
El sabor de la canela es ligeramente dulce con un toque final amargo y astringente. Sirve de puente entre los sabores agrio (ácido) y dulce, y entre el amor y el desamor, ya que se la considera afrodisíaca.
Es también un elemento estimulante y antiséptico. De ahí su presencia en numerosas pastas dentríficas, ya que ayuda a matar las bacterias que provocan la caries dental y las enfermedades de las encías.
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Por último, hay que tener en cuenta que la canela combina perfectamente con otros condimentos, como la nuez moscada, el clavo de olor y el jengibre, lo que aumenta las posibilidades de experimentar con los sabores.
Usos y aplicaciones de la canela
En el especiero de cada uno seguramente se encuentra un frasco con canela, ya sea en forma de palitos enrollados (en rama) o molida. Además, es una especia de fácil conservación, siempre y cuando se guarde en recipientes herméticos y en un lugar fresco y seco.
Su aroma especial la hace imprescindible en repostería para aromatizar pasteles, mousses y cremas.
Los árabes la utilizan mucho para aromatizar carnes, ya que la canela contiene un aceite esencial rico en fenol que inhibe las bacterias responsables de la putrefacción de la carne.
En la cocina se emplea fundamentalmente en postres (arroz con leche, natillas, strudel de manzana, etcétera), y acompañando las frutas en los rellenos de carnes y aves.
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Las bebidas calientes como el chocolate y el café saben deliciosas con su complemento.
Se utiliza para aromatizar licores y en jabones y dentífricos.
También se emplea a menudo para hacer almohadillas perfumadas y popurrís de flores secas.
Hoy en día incluso se emplea dentro de las fórmulas de los refrescos de cola.
La decocción de la corteza en astillas se utiliza para combatir molestias digestivas como indigestión, digestiones lentas, cólicos, flatulencias y náuseas.
La infusión de una cucharadita de canela en polvo en una taza de leche se usa contra resfriados y gripe.
Y para refrescar el aliento de forma eficaz se puede mascar una barrita de canela.