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Cómo hacer puré de papas
La receta básica del puré de papas es muy simple y generalmente forma parte de la tradición familiar. Sin embargo, todavía quedan cosas por decir para que salga perfecto. El primer requisito es contar con papas de buena calidad. Para elaborar puré necesitarás unas papas de variedad harinosa que tengan bastante cantidad de fécula. No interesa que la papa sea nueva ni tampoco que esté excesivamente envejecida.
¿Cocinar las papas con piel o sin piel?
Sobre la cocción con piel es bueno extenderse un poco. Las papas enteras sin pelar absorben menos agua y pierden menos almidón, lo que se traduce en un puré suave y no aguado, que absorbe mejor la leche cuando se le añade.
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En cuanto a la cocción sin piel, si estás con poco tiempo, podés hervir las papas peladas y cortadas en cubos, echándolas en una olla con agua fría y sal, cubriéndolas unos 4 centímetros por encima de ellas. Así se llevan a ebullición y es a partir del momento en que hierven cuando se comienza a contar el tiempo, que puede ser entre 20 y 30 minutos, dependiendo de la variedad y tamaño de las papas.
Siempre es bueno hacer una prueba de cocción. Para saber cuándo están cocidas, se pinchan con un cuchillo: si se desprende del cuchillo está lista, si se quedase clavada, es que todavía le falta cocción.
Consejos para un buen puré de papas
- Escurrir y colar. Una vez cocidas, rápidamente colar y escurrir el agua de la olla volviéndolas a ella de nuevo, comprobando que no haya quedado líquido de la cocción antes de seguir añadiendo el resto de los ingredientes.
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- Pisar las papas. Lo ideal para lograr un puré con buena consistencia es utilizar un pisapurés clásico o pisarlas con un tenedor. Es importante hacer esta operación mientras las papas estén todavía calientes para que no quede un puré grumoso. No es conveniente triturarlas con un míxer porque se libera en exceso el almidón de la papa y queda un puré pegajoso y gomoso.
- El puré de papas es una preparación que no debe esperar al resto de la comida, pues se queda rápidamente pegajoso y duro, pero como hay casos en los que es difícil prepararlo a último momento, debemos conocer cómo recalentarlo y conservarlo para su uso más tarde. Una buena forma de conservarlo caliente es preparándole un baño María a fuego suave. Para ello colocar una olla con agua hirviendo y la del puré encima, tapada con un paño de cocina o film transparente. Hay que revolver cada quince o veinte minutos para esparcir el calor en todo el puré.
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- Conservarlo. Se puede mantener hasta 48 horas tapado en la heladera. Después, para recalentarlo, colocarlo también a baño María y añadirle por la superficie una pequeña cantidad de leche bien caliente, remover para mezclar y servir rápidamente una vez que ya veamos que está a la temperatura de servicio.