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Muchos jóvenes tienen una vocación o sueñan con una profesión desde muy pequeños y van orientando su vida hacia ese objetivo. Otros, en cambio, aún no saben exactamente qué quieren hacer al terminar el colegio.
Para tomar una decisión muchas veces ayuda conocer las propias fortalezas e intereses. Aunque no siempre es tan fácil.
“Explorar las propias potencialidades consiste principalmente en conocerse a sí mismo. En primer lugar hay que preguntarse ¿qué me interesa?”, señala Johannes Wilbert, un especialista en orientación vocacional.
Según Wilbert, habría que indagar qué cualidades y habilidades en el área de interés son importantes para uno mismo. “De ahí se desprende el motivo por el cual puedo emocionarme por algo. ¿Qué me impulsa a tener este interés? Finalmente uno se va conociendo a sí mismo”, explica el asesor.
Idealmente, las personas comienzan su propia búsqueda de áreas de interés a una edad temprana. "Los jóvenes deberían preguntarse qué les gusta y en qué son particularmente buenos. Esto se puede reconocer, por ejemplo, por las notas en la escuela, actividades honoríficas pero también los pasatiempos", destaca Christian Weinert, responsable de la oficina de prensa de la Agencia Alemana de Empleo.
Internet ofrece portales de empleo y estudio que pueden ayudar a los adolescentes a descubrir sus propias fortalezas y debilidades. De acuerdo a las respuestas de los usuarios, muchas páginas web mencionan los campos de trabajo y estudio que se corresponden con los intereses y talentos identificados.
Sin embargo, las ofertas en Internet no deben reemplazar el asesoramiento personal, tanto en oficinas de empleo como en centros académicos o de formación profesional, aconsejan los expertos.
En muchos lugares también existe la posibilidad de hacer pasantías o trabajos de verano, que pueden ayudar a definir más claramente los intereses.
“En este caso lo que está en primer plano es probar cosas nuevas. A menudo, los talentos salen a la luz cuando yo ni siquiera me doy cuenta, porque la actividad que estoy realizando me sale de forma fácil y natural”, apunta la consejera de carrera Hanne Bergen de Hamburgo.
Después de estas nuevas experiencias vale la pena reflexionar qué actividades fueron particularmente divertidas y cuáles fueron particularmente fáciles.
“Para hacer esta evaluación ayuda hacer un reporte diario de cada una de las actividades que se realizaron en la escuela, en el tiempo libre o en el trabajo”, explica Hanne Bergen.
A cada actividad se le agrega una anotación sobre el entusiasmo y la energía que se puso en ella. A partir de estos resultados se crea un perfil.
Ahora bien, ¿todas las personas realmente necesitan talentos especiales para insertarse en el mercado laboral?
En opinión de Christian Weinert “los talentos están en todos nosotros, solo tenemos que descubrirlos”.
Según el experto Wilbert, un talento es un "regalo extraordinario, que resulta de la combinación de distintas habilidades".
Una vez que se encuentra este regalo, cualquier persona está en condiciones de ponerle su sello propio, concluye.