Esmaltes semipermanentes y geles: qué riesgos traen realmente el TPO y DMTA para la salud

Dos químicos clave en uñas semipermanentes y postizas—TPO y DMTA—están bajo la lupa por alergias cutáneas, efectos sistémicos y posibles riesgos crónicos. ¿Qué se sabe y cómo se expone la gente a las sustancias recientemente prohibidas también en Paraguay?

Esmalte de uñas semipermanentes.
Esmalte de uñas semipermanentes.Shutterstock

Qué son y por qué están en tus uñas

  • El TPO (fotoiniciador) permite que los esmaltes y geles se endurezcan rápidamente bajo luz UV/LED.
  • La DMTA (acelerante/estabilizador), también conocida como N,N-dimetil-p-toluidina, se usa en plásticos y sistemas de curado para acelerar la polimerización. Ambas sustancias quedan en formulaciones para uñas por su eficiencia: reducen tiempos de servicio y mejoran acabado y durabilidad.

Lo que dicen las clasificaciones toxicológicas

Esmalte de uñas semipermanentes.
Esmalte de uñas semipermanentes.
  • TPO (diphenyl(2,4,6-trimethylbenzoyl)phosphine oxide; CAS 75980-60-8): la Agencia Europea de Sustancias Químicas (ECHA) lo clasifica como sensibilizante cutáneo e irritante ocular, con peligro ambiental crónico. La literatura dermatológica lo vincula a dermatitis alérgica de contacto en consumidoras y manicuristas, sobre todo cuando el producto toca piel periungueal antes del curado.
  • DMTA (N,N-dimethyl-p-toluidine; CAS 99-97-8): ECHA la clasifica con toxicidad aguda significativa (oral y dérmica) y toxicidad específica por exposición repetida; provoca irritación cutánea y ocular. La Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC) la ubica como “posiblemente carcinógena para los humanos” (Grupo 2B) basado en evidencia limitada. También se ha asociado a metahemoglobinemia y efectos en hígado en reportes toxicológicos.

Cómo se produce la exposición

  • Contacto cutáneo: goteos o exceso de producto sobre cutículas y piel antes del curado; retiro con limado o “relleno” que genera polvo fino.
  • Inhalación: vapores durante la aplicación y polvo al limar geles o acrílicos.
  • Ojos: salpicaduras accidentales y transferencia mano-ojo.
  • Vías sistémicas: pequeñas cantidades pueden absorberse por piel lesionada o inhalación repetida en espacios con ventilación deficiente.

Qué reporta la evidencia en salones y en casa

  • Dermatología ocupacional: series de casos en Europa y América documentan brotes de alergia a fotoiniciadores (incluido TPO) en técnicas de uñas, con eccema en manos, párpados y cuello. La sensibilización cruzada con otros acrilatos complica el diagnóstico.
  • Toxicología de DMTA: informes clínicos describen cianosis, cefalea y fatiga compatibles con metahemoglobinemia tras exposiciones intensas, además de alteraciones hepáticas en exposición crónica. La inhalación de polvo y contacto dérmico repetido son las rutas más mencionadas.
  • Consumidoras: la mayoría de eventos son irritación local y dermatitis alérgica por contacto. Riesgos sistémicos de DMTA son mucho más plausibles en trabajadoras que manipulan productos a diario sin controles adecuados.

El papel de las lámparas UV/LED

El curado incompleto eleva el residuo de monómeros y fotoiniciadores libres, aumentando la probabilidad de alergia.

Estudios independientes muestran que tiempos y longitudes de onda inadecuados dejan fracciones sin polimerizar. Lámparas calibradas al sistema y respetar tiempos del fabricante reducen ese margen.

Síntomas a vigilar

  • Irritación inmediata: ardor, enrojecimiento, lagrimeo ocular, tos al limar.
  • Sensibilización/alergia: prurito y eccema periungueal que se extiende a dedos, párpados o cuello días después.
  • Efectos sistémicos (exposición intensa a DMTA): cefalea, mareo, coloración azulada de labios o uñas, fatiga inusual. Requiere evaluación médica.

Buenas prácticas de manicura para reducir riesgos

  • En primer lugar: evitar productos que contengan las sustancias prohibidas.
  • También evitar contacto con piel: aplicar capas delgadas, limpiar excedentes antes del curado, no “sellar” cutículas con producto.
  • Curado correcto: usar la lámpara recomendada para la marca y respetar tiempos; reemplazar tubos/LED según vida útil.
  • Control del polvo y vapores: ventilación localizada en mesa, mascarillas apropiadas para polvo fino al limar, cabinas con extracción.
  • Equipos de protección: guantes de nitrilo sin polvo, gafas de protección al manipular líquidos.
  • Formación y FDS: leer fichas de seguridad, seguir instrucciones de uso profesional y almacenar lejos de calor/luz.

Lo que falta saber

Persisten preguntas sobre niveles reales de exposición en usuarias ocasionales, sinergias entre múltiples fotoiniciadores y el impacto de prácticas caseras con lámparas no estandarizadas.

Estudios independientes que midan residuos no polimerizados y biomarcadores en trabajadoras ayudarían a cerrar esa brecha.

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