La ansiedad es uno de los trastornos emocionales más frecuentes en la actualidad y afecta tanto la vida diaria como el descanso nocturno. Numerosos estudios, como los publicados por la Asociación Americana de Psiquiatría, señalan que quienes conviven con ansiedad tienen más posibilidades de recordar sueños vívidos o pesadillas recurrentes.
Los contenidos oníricos suelen presentar escenarios de persecución, caídas al vacío, estar fuera de control o aparecer desnudo en público.
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¿Qué significan este tipo de sueños?
Según expertos en psicología del sueño, estos sueños funcionan como una especie de válvula de escape para lo que uno reprime durante el día. La doctora Susan Rubin, especialista en trastornos del sueño, advierte que los sueños ansiosos no surgen de la nada: “Reflejan exactamente los temores y conflictos subconscientes que no logramos enfrentar conscientemente”.
Una de las escenas más habituales es la de huir de un peligro impreciso sin lograr nunca escapar. Los psicólogos interpretan esta imagen como una metáfora de las preocupaciones persistentes que uno es incapaz de dejar atrás.
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Soñar que caés al vacío puede representar una falta de control sobre situaciones cotidianas, mientras que los sueños en los que intentás hablar y no podés emitir sonido suelen estar ligados a la sensación de no poder expresar tus necesidades o emociones.
Para quienes viven con ansiedad social, es común soñar con situaciones de exposición pública, vergüenza o juicios ajenos. Estos sueños intensifican las sensaciones de inseguridad y anticipan escenarios de rechazo.
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Por qué ocurren y qué hacer al respecto
Investigaciones del Sleep Research Society muestran que la intensidad de la ansiedad diurna y la frecuencia de sueños complicados están íntimamente relacionadas, por lo que un periodo de mayores preocupaciones suele coincidir con más pesadillas.
Estrategias como llevar un diario de sueños y practicar técnicas de relajación antes de dormir pueden resultar útiles para comprender qué emociones subyacen en cada imagen onírica.
Aplicar la interpretación personalizada, entendiendo el contexto de tu vida y tus emociones, convierte a los sueños en una herramienta para el autoconocimiento y el bienestar. Dialogar sobre estas experiencias con un psicólogo permite, muchas veces, desactivar miedos o preocupaciones que alteran la calidad del sueño y la vida diaria.