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“El deseo de aumentar la musculatura no es poco común y no distingue grupos de edad. El 25% de los hombres con peso normal se perciben con bajo peso y el 90% de los adolescentes hacen ejercicio con el objetivo de aumentar su volumen”.
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“La dismorfia muscular, un subtipo de trastorno dismórfico corporal, es una condición emergente que afecta principalmente a los culturistas masculinos. Tales individuos se obsesionan con ser musculosos. La obsesión incluye pasar muchas horas en el gimnasio, derrochar cantidades excesivas de dinero en suplementos, patrones de alimentación anormales o uso de esteroides”, explica Carolina Sosky, nutricionista especializada en diversas áreas como en trastornos de la alimentación, inmunonutrición, nutrición deportiva, nutrigenética y nutrición infantil.
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Carolina Sosky afirma que para abordar el problema de manera significativa, es importante reconocer los impactos que los trastornos alimentarios pueden tener en los hombres, identificar quién está en alto riesgo y encontrar opciones de tratamiento.
