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Varios factores de riesgo posibles aumentan las posibilidades de que alguien desarrolle fibrilación auricular, también conocida como arritmia, explica Carolina Sosky, nutricionista especializada en diversas áreas como en trastornos de la alimentación, inmunonutrición, nutrición deportiva, nutrigenética y nutrición infantil.
Estos incluyen:
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- Tener sobrepeso.
- Diabetes.
- Presión arterial alta (hipertensión).
- Fumar.
- Consumo de alcohol.
- Apnea obstructiva del sueño.
- Colesterol alto.
- Tener antecedentes familiares de fibrilación articular.
- No existe cura para la arritmia.
- Algunas personas pueden necesitar medicación.
- Marcapasos o ablación con catéter para controlar la afección.
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“A priori, no existe una dieta específica para personas con fibrilación auricular. Básicamente, para este tipo de arritmia es recomendable seguir una dieta cardiosaludable.
Estos son algunos consejos para mejorar tus hábitos alimentarios:
Alimentos con vitamina K
En caso de seguir un tratamiento anticoagulante es importante controlar la cantidad de alimentos ricos en vitamina K consumidos. Un exceso de este tipo de vitamina puede afectar a la eficacia de los fármacos anticoagulantes, reduciéndola. Podemos encontrar vitamina K especialmente en las verduras de color amarillo oscuro o en las verduras de hoja verde.
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Alimentos a incluir en la dieta
Existen diferentes alimentos que contribuyen a mejorar la salud por eso es importante incluirlos en la dieta. Pescado azul. Este tipo de pescado contiene una gran cantidad de ácidos grasos Omega 3. Algunos ejemplos son las anchoas, las sardinas, el pez espada y el salmón. Es recomendable consumirlo al menos 3 veces por semana.
Nueces y almendras.
Estos alimentos son ricos en magnesio. Cereales y derivados como pan, pasta o arroz (integral a ser posible). Estos alimentos no contienen grandes cantidades de vitamina K y es preferible consumirlos 2 o 3 veces por semana.