Las Navidades son todo un desafío para nuestra silueta, aparato digestivo y peso corporal, ya que si bien los días festivos más señalados pueden contarse con los dedos de una mano, la falta de moderación y el descontrol en las comidas, suelen extenderse a los días previos y posteriores a las Fiestas.
Como resultado, enero registra uno de los mayores picos anuales de inscripciones en los gimnasios, donde suele escucharse a las personas comentar “vengo a ‘quemar’ los turrones de las Fiestas” o “ya no puedo abrocharme el cinturón”, mientras se llevan la mano al vientre o la cintura para mostrar su gordura, la cual intentan remediar con la bicicleta estática o la cinta de correr.
“Excederse en el consumo de calorías, puede provocar un aumento de 80-90 gramos de grasa corporal al día y de hasta un kilo por semana, con lo que después de las fiestas navideñas, fácilmente podemos pesar entre 2 y 5 kilos más que lo que pesábamos antes de comenzarlas”, avisan los expertos del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO).
“A pesar de ser conscientes de que ciertos alimentos y comidas les engordan, la mayoría de las personas no cambian de actitud, ni se ponen límites en los festejos en torno a la mesa”, reflexiona Rubén Bravo, experto en dietética y gastronomía y portavoz del IMEO.
Sin embargo la solución no consiste en imponer restricciones dietéticas excesivas que requieran un gran esfuerzo o sacrificio o cambios drásticos, y que finalmente terminarán abandonándose, sino en plantear unas pautas realistas y no idealistas, que la mayoría de personas puedan seguir, señalan desde este instituto.
Dos especialistas de este centro médico de referencia proponen una serie de gestos y medidas originales y creativos para disfrutar de la buena mesa durante las fiestas sin engordar y para evitar situaciones desagradables tanto física como mentalmente:
Mentalizarse para no excederse
“Unas semanas antes de las fiestas, reflexiona sobre cómo ha sido el año que termina, cuales son tus actuales necesidades emocionales y físicas y cómo te gustaría celebrar las navidades en esta ocasión, ya que a veces los compromisos y la repetición automática nos impide actuar en coherencia con nuestros gustos o necesidades”, señala la psicóloga del IMEO, María González.
En cuanto a la alimentación, esta psicóloga recomienda “disfrutar de las comidas típicas y dulces navideños solo en los días festivos (Nochebuena, Navidad, Nochevieja y Reyes), respetando una alimentación saludable en los días que hay entre medias, evitando el consumo excesivo de fritos, azucares y alcohol”.
González aconseja realizar una compra consciente, evitando tener en nuestra despensa turrones y otros productos tentadores con un mes de antelación, lo cual “no es psicológicamente saludable” y dejando esos alimentos para las fechas apropiadas.
También desaconseja hacer dietas restrictivas los días previos a las celebraciones, ya que ello “puede conducir a una acumulación de ansiedad y desembocar en un atracón cuando llegue el día”.
Calmar el estrés y la ansiedad
González aconseja darse tiempo para descansar y estar a solas, ya los días festivos suelen ser muy movidos y con mucha gente; dormir las horas que se necesiten, alejándose de las pantallas antes de dormir; y “escuchar” las señales del cuerpo (cansancio, hambre, saciedad, malestar) para actuar en consecuencia, para afrontarlas adecuadamente.
Asimismo, recomienda mantener la rutina de ejercicio o deporte que se venía practicando, “pero no con la idea de compensar lo que se ha comido”; marcar límites a las exigencias familiares; compartir las responsabilidades festivas; buscar el apoyo de los demás; y retirarse unos minutos de una situación agobiante hasta calmarse practicando ejercicios de relajación y respiración.