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Las cifras de la Oficina Federal de Estadística (StBA) de Alemania demuestran el enorme riesgo que corren los niños en el tráfico. En el 2020, el 41,1 por ciento de los niños que tuvieron accidentes sobre una bicicleta sufrieron lesiones. Un 56,8 por ciento de ellos pertenecía al grupo etario de 10 a 14 años.
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Thomas Beez, director de neurocirugía pediátrica del Hospital Universitario de Düsseldorf (UKD), vio a muchos niños con heridas graves en la cabeza.
Los más pequeños, en especial los de escuela primaria, tenían casi todos puesto el casco al momento del accidente. Cuanto mayores son, señala Beez, menos utilizan el casco. El médico estima que entre los adolescentes solo lo lleva uno de cada cuatro.
El casco absorbe el impacto
Beez también investigó los traumatismos craneoencefálicos en niños. Desde el punto de vista médico, para el neurocirujano pediátrico no hay dudas de que el casco protege de las lesiones en la cabeza. “El casco está diseñado de tal manera que desvía el impacto del cráneo”, dice Beez.
Muchas veces ve en el hospital que después de un accidente el casco está todo roto. Ese es un claro indicio de que cumplió con su función, “porque absorbió la fuerza del impacto y no así el cráneo del ciclista”, explica.
Para Beez hay tres razones fundamentales por las que en los niños el casco es especialmente importante:
1. Especialmente los más pequeños aún se manejan de forma insegura en la bicicleta y por eso en general se caen más veces que un adulto.
2. En los niños la cabeza es más grande en proporción al cuerpo, más prominente y, por lo tanto, está más expuesta que en ciclistas adultos.
3. Los niños pueden reaccionar menos rápido que los adultos a una caída y, por lo tanto, se defienden peor del impacto.
¿Cómo deben ser los cascos para niños?
Al comprar un casco puede ser útil revisar las calificaciones que tiene en las publicaciones especializadas. Es recomendable que en el caso de los niños tenga luz, pero sobre todo también reflector.
“Es importante también que esté bien ajustado. Antes de comprarlo, hay que probarlo”, recomiendan los expertos.
Presión grupal con la edad
Según Susan Richter, en el caso de los adolescentes tiene un papel importante en la decisión de llevar o no llevar casco el grupo social. De acuerdo al grupo, puede variar el comportamiento.
“Mientras que un adolescente quizá utiliza un casco de manera evidente en un grupo de voluntarios de los bomberos, al salir con amigos en general no lo lleva o no se lo pone”, dice la experta.
Llevar el casco a la discoteca, por ejemplo, puede ser más bien vergonzoso para un adolescente. Para que el casco sea utilizado con regularidad, según Richter, debería haber posibilidades de dejarlo de forma segura en la bicicleta.
Para aumentar la aceptación del casco justamente entre los adolescentes Richter recomienda que usar el casco sea algo normal. “Es decir, que en publicidad, imágenes, carteles o películas siempre debería llevarse un casco y, sobre todo, modelos como deportistas, influencers o YouTubers deberían llevar un casco siempre”, dice.
El neurocirujano Beez también pide responsabilidad a los padres y hace referencia a su función como modelos: “Si los padres no llevan casco, los niños lógicamente se preguntan por qué tienen que usarlo ellos”. Y entonces muchas veces no lo llevan.
Para el médico, es fundamental no recurrir al castigo, sino a una explicación que puedan entender los niños: “¿Cómo podríamos castigar a un niño o a un adolescente que no lleva casco? No tiene sentido”.