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Es muy gratificante esta etapa en que los padres se involucran con este infante y leen, en un ambiente tranquilo y especial. La actividad se hace costumbre y se aprende, lo que a su vez abre las puertas a muchos conocimientos y habilidades.
La licenciada Melissa Rojas Romero, psicopedagoga clínica, actualmente embarazada de su primer bebé, comparte algunos conceptos y recomendaciones que se puede practicar desde la concepción.
Los futuros lectores se proyectan “desde el periodo de embarazo, antes de nacer reciben una estimulación justo en la semana 16, cuando escuchan los sonidos, la música. Hay historias de vidas que corroboran estos estudios”, mencionó.
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“Leer cuentos les sirve para que su hijo se familiarice con la voz de la mamá y el papá, lo que predispone también a desarrollar un hábito que puede incrementarse para bien, cuando entra a una guardería o una escuela. Luego con el tiempo ayuda mucho acceder a una academia, un taller de lectura. Hay escuelas que realizan estas actividades, por ejemplo, concursos”, ejemplificó.
Una herramienta que abre la mente
La lectura es un buen principio para incentivar la curiosidad, leer un libro físico es una experiencia maravillosa, no es encender el televisor y olvidarse de conversar.
“La lectura es una herramienta que abre la mente hacia el mundo, hacia aprender mucho más y fomenta el aprendizaje autodidacta, que es diferente a la educación guiada por un maestro”, agregó la psicopedagoga.
Potenciar la inteligencia, según la experta, tiene relación con autovalerse para descubrir, potenciar lo que quiera conocer. Mencionó además que todos los mismos niños no tienen la misma inteligencia emocional, y su desarrollo se motiva en un contexto familiar al desarrollar su don.
Sus primeros libros
Hay librerías para chiquitos; cuando nuestro bebé tiene meses o no ha cumplido su primer año se sentirá atraído por libros que posean texturas, imágenes grandes que desarrollan la parte sensorial, con relieves que permitan sentir, aún sin letras.
Después de cumplidos los 12 meses el libro de nuestro lector en potencia puede tener algunas palabras. Y otra vez la licenciada recalca la importancia de que el papá le muestre, describa lo que observan, entre los dos. Luego se familiarizará con frases que puede contar verbalmente a su manera, ya que está formando su lenguaje. Todo esto suma a la lectura, la expresión oral y el vocabulario.
La experiencia personal de nuestra entrevistada es que su madre cantaba cuando estaba embarazada y luego sus hijas melllizas tarareaban canciones. Otros manifiestan sus talentos hacia la declamación y otras artes.
Leer el diario
“La lectura del diario creó en muchos de nosotros la costumbre de leer porque veíamos a nuestros padres hacerlo, estar informados y luego apreciar los libros”, dijo la psicopedagoga.
Una biblioteca y un rincón de lectura son dos simientes para familiarizar al pequeñín, que a los cinco meses, sentado en su sillita, elige un libro porque le llama la atención los colores.
Un disfrute total
Recomienda que no se incluya una recompensa o un premio. Pero sí se puede hacer algo lúdico, como buscar un tesoro y que la sorpresa sea un libro con algo dulce.
“Así se fortalece el vínculo entre padres e hijos, intercambian opiniones cuando crecen. Aprenden a hablar y a escuchar las opiniones. Más adelante respetarán los turnos, escucharán lo que el otro piensa, y se adaptarán a una conversación”, opinó.
Leer tiene muchas ventajas y beneficios para otras etapas, leeremos mirando a nuestro bebé, escuchando sus sonidos también y más adelante sus palabras. Leer tiene que ser agradable, no una imposición.