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La mala iluminación en un interior también puede contribuir a dañar la vista. Los expertos señalan que es importante disponer de mucha luz natural y mantener una distancia suficiente de la pantalla.
Si los niños miran repetidamente objetos cercanos durante más tiempo, su globo ocular crece más de lo usual, lo que empeora su visión de lejos. Un globo ocular que no se ha desarrollado como debería, no puede ser modificado posteriormente. El campo visual también puede verse afectado con el uso intensivo de las pantallas planas con diferentes dispositivos. Ello puede generar que los niños tengan dificultades al cambiar entre una pantalla que están usando cerca de los ojos y la de la televisión, más alejada.
Por ello, los expertos aconsejan limitar el tiempo que se pasa con los dispositivos móviles y asegurarse de que los pequeños pasan suficiente tiempo al aire libre. Dos horas de luz diurna brillante retrasa el desarrollo de la miopía. Si los niños tienen que sentarse frente a una pantalla cuando reciben las lecciones en casa durante la pandemia de coronavirus, el lugar debe ser lo más luminoso posible, preferiblemente con mucha luz natural. Lo ideal es que la distancia entre los ojos y la pantalla sea de al menos medio metro.