El hecho ocurrió ayer en el interior de una vivienda ubicada en un establecimiento agrícola, en el distrito de Domingo Martínez de Irala, al sur de Alto Paraná.
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El joven Osvaldo Picoli Sánchez (20) relató que Cándido Sanabria reaccionó violentamente porque lo despertó mientras buscaba una herramienta en un depósito contiguo a su pieza.
Supuestamente, Sanabria extrajo un revólver calibre .38 y apuntó a Osvaldo y a su hijita. En ese momento, el joven se abalanzó sobre él y, según declaró, el disparo se produjo accidentalmente durante el forcejeo.
El fiscal Delgado explicó que, tras un análisis inicial de los hechos y de los elementos recabados, decidió no imputar a Picoli Sánchez. “Los indicios apuntan a que se trató de una legítima defensa. El joven no huyó del lugar, permaneció junto a su pareja e hija y fue hallado por la policía llorando en el sitio”, afirmó Delgado.
Asimismo, el fiscal ordenó la toma de muestras de nitrito y nitrato de las manos del joven para corroborar si fue él quien efectuó el disparo. Otro punto que explicó Delgado es que la escena indica un disparo a muy corta distancia, lo que coincide con la versión del joven.
El fiscal agregó que la víctima, aparentemente, siguió al joven hasta la puerta de su pieza, donde finalmente ocurrió el disparo.
Asimismo, explicó que el fallecido contaba con una condena por violencia familiar, con suspensión de la ejecución de la pena. Agregó que el padre de Osvaldo habría contratado a Sanabria para trabajar con él en su granja.
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Delgado aclaró que la investigación seguirá abierta en caso de que surjan nuevos elementos.