La pelea entre vecinos del asentamiento Tierra Prometida estuvo al borde de una tragedia el fin de semana, cuando desconocidos incendiaron varias viviendas. Una de las casas quedó totalmente consumida por las llamas. El conflicto se debe a los manejos de supuestos dirigentes en la tramitación de documentos.
La vivienda que fue totalmente incendiada pertenece a Quintín Almada Cumbay (48) y María Estela Romero Ramírez (44). Ambos presentaron la denuncia ante la Subcomisaría 14 de Minga Guazú.
Los afectados relataron que viven desde hace un poco más de un año en el asentamiento, y que desde su ingreso pagan una cuota semanal a un dirigente identificado como Alex Manuel Salinas Duarte para la tramitación de documentos de regularización de la ocupación. Sin embargo, los trámites no tienen resultados favorables para los ocupantes.
En un intento de organizar un nuevo grupo de gestión, prescindiendo del dirigente, Almada Cumbay recorrió casa por casa para dialogar con sus vecinos, en la tarde del sábado, lo que habría molestado a Salinas Duarte, quien junto con un grupo de personas rodeó la vivienda y amenazó de muerte a la familia.

“Nos amenazaron y nos dijeron que esa noche no íbamos a pasar vivos. Salimos con la patrullera para hacer la denuncia por amenaza, pero mientras estábamos en la comisaría quemaron totalmente nuestra casa, con los muebles, ropas y documentos. Nos quedamos sin nada”, expresó Quintín Almada.
Casi desencadena una tragedia
También contaron que, por fortuna, el hijo de seis años quedó a cargo de su hermana mayor en otra vivienda, por lo que no fue afectado por el incendio. Igualmente, los denunciantes reportaron que se quemaron otras dos viviendas, pero el fuego logró ser controlado.
En una ampliación de la denuncia fueron identificadas varias otras personas como responsables del ataque: Blas Antonio Salinas Duarte, Rosa Argüello, Pedro Cáceres, Cristino Galeano, quienes habrían estado junto otras personas.
Los vecinos claman la intervención de las autoridades para sanear la ocupación para evitar una tragedia. Se trata de un inmueble privado que cuya propiedad también está en litigio por la aparición de dos dueños.