La chikunguña se sigue propagando en el Alto Paraná y afecta a muchas embarazadas y en consecuencia también a los recién nacidos. Desde la Décima Región Sanitaria insisten en la necesidad de intensificar las medidas de prevención.

Solo en el Hospital Regional al menos seis bebés están hospitalizados, pues nacieron de madres que presentan síntomas de la enfermedad en su última fase de gestación. Otras 14 madres están hospitalizadas, una con resultado positivo a la enfermedad.

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El director de la Décima Región Sanitaria, Arturo Portillo, manifestó que uno de los factores de riesgo es el embarazo. Explicó que no hay registro de un contagio por la placenta pero en el momento del parto, por lo que cuando se trata de gestación en fase de término el riesgo es mayor.

Actualmente rige un protocolo para partos de gestantes con cuadros febriles que consiste en la internación por siete días del recién nacido. Esto a fin de monitorear casos en que presenten síntomas.

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“Los recién nacidos tienen mayor probabilidad de complicarse, debido a que tienen su sistema inmune muy poco desarrollado”, expresó.

El Ministerio de Salud recomienda que los padres deben estar atentos cuando un niño menor de un año presenta fiebre, irritabilidad o erupciones cutáneas, maculopapulosas (manchas rojas que se blanquean con la presión del dedo), bullosas (ampollas).

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En recién nacidos, antecedentes de fiebre materna desde cuatro días antes del nacimiento y hasta dos días después. Por lo general, nacen sin síntomas y empiezan a manifestarse al tercer o cuarto día de vida.

La consulta inmediata ante una sospecha de infección es de vital importancia, ya que los recién nacidos presentan alto riesgo de afectación neurológica (encefalitis, encefalopatía).

Ante los siguientes signos de alarma en un caso sospechoso o confirmado, consulte inmediatamente en el servicio sanitario más cercano:

• El niño respira con dificultad o con frecuencia respiratoria aumentada (juku´a).
• Cambios en el color de la piel: palidez o coloración azulada en todo el cuerpo o localizado en los miembros (manos y pies).
• Debilidad para sostener la cabeza, sostenerse sentado o parado (hipotonía).
• Temblores, convulsiones.
• Vómitos.
• Dificultad o rechazo para alimentarse.
• Distensión abdominal (hinchazón en el abdomen).
• Temperatura elevada (fiebre) y disminuida (hipotermia).
• Lesiones en piel.
• Edemas (hinchazón) en manos, pies, cara.
• Disminución de la cantidad o la frecuencia de la orina.
• Irritabilidad (llanto que no cede aún en brazos de la madre).

¿Qué hacer cómo método de prevención?

Destruir criaderos: es la medida más importante contra el mosquito aedes aegypti, transmisor del chikunguña y otras arbovirosis. Igualmente, impedir la acumulación del agua en objetos.

Además se puede recurrir al uso de repelente y mosquitero para protegerse contra la picadura del mosquito. Aunque su toxicidad es baja, debe ser aplicado con precaución en niños mayores y pequeños. El producto no se debe colocar en menores de dos meses de vida. El repelente debe contener al menos 20% de DEET y no sobrepasar el 30%.