Cargando...
Tras casi cuatro años del hecho, el comisario Gustavo Vera Bertolo y el suboficial Víctor Sanabria Gauto aún no enfrentaron la audiencia preliminar en la causa caratulada de extorsión.
En la fecha estaba programada la diligencia clave ante la jueza penal de Garantías, Cinthia Garcete Urunaga. Pero la audiencia fue suspendida a pedido de la fiscala Julia González, debido a que hace apenas días que está a cargo del caso.
Más info: Pruebas comprometían a policías blanqueados por jueza, según fiscala
La jueza Garcete Urunaga fijará nueva fecha para la audiencia preliminar, en la que definirá si envía o no a los policías al banquillo de los acusados.
La acusación
El comisario Bertolo y el suboficial Sanabria Gauto están acusados de supuestamente secuestrar al turista brasileño Guillerme Silva Bueno, el 16 de agosto de 2018, en el microcentro de Ciudad del Este.
El extranjero había venido para realizar turismo de compras en Ciudad del Este. Primeramente fue estafado 10.500 reales en un comercio y luego fue interceptado por los agentes de la comisaría 1ª. El afectado quedó libre tras entregar 2.500 reales, equivalente a unos G. 3 millones.
La víctima declaró ante el juzgado bajo anticipo de prueba y dijo que cuatro policías estaban implicados en el caso: dos uniformados lo interceptaron en la calle y su dinero fue repartido entre cuatro policías.
Los reconocidos
El comisario Vera Bertolo y Sanabria Gauto fueron reconocidos por la víctima como partícipes en el hecho.
Lea más: Rectifican pedido de blanqueo de policías acusados por secuestro
El fiscal Sergio Irán Villalba intentó blanquear en reiteradas ocasiones a los policías reconocidos y hasta ignoró disposiciones del fiscal Adjunto Humberto Rosetti para insistir en la desvinculación definitiva del proceso del comisario Vera Bertolo y del suboficial Víctor Sanabria.
Lea también: En tiempo récord blanquearon a ocho policías imputados por secuestro de turistas
Los cuatro agentes también fueron investigados por otro caso similar ocurrido en agosto de 2018. La víctima fue un turista brasileño en silla de ruedas, su esposa y sus dos hijos menores. Pese a pruebas incriminatorias, los uniformados terminaron blanqueados por el juez Amílcar Marecos.