Se trata del suboficial superior Arístides Mereles Paredes, Julio César Espínola Achucarro y Porfirio Yegros Arévalos, quienes anoche abandonaron el calabozo de la Dirección de Policía del Alto Paraná, tras ser presentados como miembros de la gavilla que perpetró el asalto en el distrito de Minga Guazú.

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El fiscal Osvaldo Zaracho manifestó que el brasileño Bruno Ananco, víctima del robo agravado, pidió a Julio César Espínola Achucarro, propietario de la empresa de seguridad Visión y Éxito, que le recuperara los equipos informáticos.

Luego, el empresario llamó al suboficial superior Arístides Mereles Paredes, con destino en la Comisaria 1ª –quien se encontraba libre de servicio-, para ir hasta el km 9 Monday para verificar la localización obtenida a través del GPS.

Al llegar, la dueña de vivienda confesó que las máquinas robadas estaban depositadas en el lugar y accedió a entregarlas, por lo que solicitaron el servicio del fletero Porfirio Yegros Arévalos para el traslado. Sin embargo, al salir de la vivienda, a unos 600 metros del lugar fueron interceptados por los agentes de Investigaciones, quienes llamativamente se enteraron de la recuperación de los equipos.

“Yo pensé que iba a ser premiado e inclusive íbamos a ganar una medalla por haber descubierto dónde estaban esas mercancías. Grande fue nuestra sorpresa que antes de llegar ya nos cerraron el camino los agentes de Investigaciones y ahí fuimos tratados como delincuentes. Ellos nos trataron así porque hicimos el trabajo que ellos deberían hacer”, manifestó Julio César Espínola.

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El asalto

Una banda integrada por unas 20 personas, con vestimenta similar al uniforme del Departamento de Investigaciones, con armas largas y cortas ingresaron a un local ubicado en el km 14 Monday de Minga Guazú, simulando un allanamiento. El hecho ocurrió la madrugada del martes.

Posteriormente, los bandidos redujeron a los guardias Cristian Prieto Martínez (42) e Isidro Sanabria Vázquez (43), los despojaron de sus armas y los maniataron.

Seguidamente, los asaltantes metieron al local un furgón para cargar las máquinas generadoras de bitcoins para finalmente escapar del lugar.