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El tema de la misa de este lunes fue “La Palabra de Dios se hizo carne y puso morada entre nosotros”, con el cual el religioso habló sobre la profundidad de la fe, poniendo como ejemplo la corrupción.
En su homilía indicó que si se es corrupto en lo poco, uno también será en lo mucho y que esa forma de actuar que se vivencia desde la familia se debe desterrar, pero en la casa para que los niños no crezcan con ese ejemplo. “La mentalidad deshonesta debemos cambiar nosotros, muchas veces en la vivencia somos más corruptos (que las autoridades)”.
Mencionó que uno no puede ser cristiano a medias, sino a tiempo completo siguiendo el principio evangélico con actuaciones honestas e insistió en el tipo de enseñanza que se da a los más pequeños de la casa. Invitó a los fieles a profundizar la fe en el Dios verdadero para seguir por el sendero correcto.
Por otra parte, el obispo añadió que si no se cree en el Dios verdadero, uno puede llegar a creer en cualquier charlatán que dice conocer el futuro o hablar con los muertos.
“Necesitamos siempre de un ser superior, algo que nos dé seguridad, sino creemos en el verdadero Dios vamos a ir detrás de cualquier otro Dios, o convertimos el dinero en Dios, uno se desvive por ganar dinero y en el día menos esperado muere y no disfruta de lo que tiene. (Esa persona) no vive el verdadero sentido de la vida unido al Dios verdadero”, expresó.