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Sebastián Peña Escobar asume en “Los últimos” no solamente el rol del director, sino el del narrador de este viaje que comienza a gestarse en Asunción. Específicamente en una tarde en que Jota Escobar, tío del director y gran conocedor de las aves, se encuentra con su amigo Ulf Drechsel, un alemán especialista en investigar mariposas nocturnas.
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Ambos conforman el dúo dinámico de esta aventura chaqueña, que visualmente comienza en una avenida de Asunción, cruza el Puente Remanso y va atravesando varias localidades hasta llegar a una estancia en la zona de Chovoreca, casi en la frontera con Bolivia. “Allí están los últimos bosques vírgenes del Paraguay”, remarca Peña en su narración.
Un elemento recurrente en la película es la tela de observación que utiliza Ulf para, mediante la luz, atraer a las mariposas nocturnas y luego investigarlas. De la misma manera en que diferentes variedades de polillas van posando sobre esa tela, así también en la gran pantalla van apareciendo los temas sobre los cuales Jota y Ulf reflexionan distendidamente mientras cocinan, toman una cerveza o hacen alguna parada durante el viaje.
El ser humano, la extinción, el cambio climático, el capitalismo, la conservación de los bosques, el uso de la imagen y otros tantos temas aparecen en estas charlas, cargadas de desparpajo, ironía y mucho sentido del humor. Y todos estos debates se dan acompañados de imágenes y sonidos que invitan al espectador a maravillarse con la riqueza natural de nuestro país.
Como un villano que viene acechando desde lejos, en “Los últimos” también podemos palpar la amenaza que representan los incendios forestales en la zona. Un impactante horizonte teñido de rojo rodea a los protagonistas durante su estadía en Chovoreca.
Otra amenaza de la que da cuenta esta película es la deforestación y todas las consecuencias que esto trae, a partir de los testimonios de los protagonistas y pobladores de la zona.
“Los últimos” es un viaje que se disfruta de principio a fin, pero que también nos invita a la reflexión y a prestar atención a nuestros bosques antes de que sea muy tarde.