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(Disponible en Netflix)
Los hermanos Anthony y Joe Russo siguen teniendo una trayectoria tambaleante en su filmografía luego de dirigir los últimos dos buques insignia de Marvel. Tras el buen trabajo hecho en las dos últimas Avengers, su ambicioso pero irritante drama de 2021 Cherry fue destrozado por la crítica, y ahora su intento de volver a las superproducciones con el thriller de espionaje El hombre gris se siente como otro fracaso a pesar del gigantesco presupuesto y el alto nivel del talento en cámara que ostenta.
Basada en una novela de Mark Greaney, la película sigue a un agente clandestino de la CIA, conocido solo como Seis (Ryan Gosling) que se convierte en blanco de su propia agencia cuando descubre un complot que involucra a un alto funcionario. Perseguido por toda Europa por asesinos liderados por un despiadado mercenario (Chris Evans), Seis debe evadir captura y rescatar a su mentor y a la hija de este.
En particular siguiendo el ejemplo reciente de las asombrosas últimas entregas de Misión Imposible con sus increíbles acrobacias filmadas con un mínimo de apoyo computarizado, o las impresionantes y bellamente coreografiadas masacres de la saga John Wick – sin siquiera mencionar las grandes propuestas de acción que hay en el cine internacional fuera de Hollywood – , el cine de acción actual vive y muere por la calidad técnica de sus persecuciones, tiroteos o peleas.
Y es justamente en ese apartado, el más importante, en que El hombre gris tropieza gravemente, tomando escenas de acción con buenas premisas y arruinándolas con incoherente edición, caóticos movimientos de cámara y una omnipresente pantalla de artificialidad digital que apaga todo el color de la película.
La primera secuencia de acción en Hong Kong culmina en una pelea mano a mano en un balcón desde donde se están lanzando fuegos artificiales, lo que se siente como una idea digna de una película de Jackie Chan y podría dar resultados espectaculares en manos de gente competente, pero en esta película todo ese potencial acaba perdiéndose entre la mala edición y el humo digital.
El peor momento sin duda es una secuencia en combate a bordo de un avión con un montón de inexplicables decisiones cinematográficas - incluyendo una larga toma en que la cámara se centra no en Gosling y su oponente sino en una pistola a sus pies que solo entra en acción al final de la toma - que culmina en un aberrante despliegue de efectos visuales que hace pensar que los directores vieron el salto en paracaídas de la última Misión Imposible y decidieron que en vez de filmar actores de verdad en el aire sería mejor hacerlo todo con efectos por computadora de la calidad de aquella escena de surf al principio de Otro día para morir.
Los Russo incluso incorporan cámaras en drones a su acción de forma similar a como hizo Michael Bay en la excelente Ambulancia, con la diferencia de que en aquella película los drones se usaban de forma espectacular para brindar a las escenas de acción un dinamismo inédito, y en El hombre gris se usan para... hacer que la cámara vuele sobre los actores de vez en cuando.
El uso que los Russo dan a los drones recuerda a una cita del gran crítico estadounidense Roger Ebert, quien hablando del filme de ciencia ficción Battlefield Earth y su uso aparentemente arbitrario del “plano holandés” - en que la cámara muestra la acción de forma inclinada – escribió que el director de ese filme parecía saber que muchos buenos cineastas inclinan sus cámaras pero no parecía entender por qué.
Lá única escena de acción que se salva es la más grande del filme, un tiroteo en una plaza en Praga que le pone un giro ingenioso a la acción y luego desemboca en una persecución catastrófica por las calles de la ciudad checa. No es nada que le haga sombra a lo mejor de la filmografía de Tom Cruise, ni mucho menos, pero al menos la acción se entiende.
La historia del agente traicionado por sus superiores recorriendo el mundo en busca de justicia es una a la que la ficción de espionaje recurre con frecuencia – es básicamente la historia de todas las películas de Misión Imposible salvo la segunda – pero resulta fácil imaginar una versión superior de este filme, con más o menos el mismo guion, en manos de alguno de los viejos maestros como Martin Campbell o los desaparecidos John Frankenheimer o Tony Scott.
Y es que el talento frente a la cámara es considerable. Gosling, que normalmente interpreta personajes intensos de furia y emoción reprimida – aunque también ha demostrado dotes cómicas importantes, en especial en la obra maestra de Shane Black Dos tipos peligrosos – no termina de encajar del todo en el rol de héroe de acción tradicional que la película le encomienda, y la ocasional línea de diálogo sarcástico a lo Marvel no le ayuda, pero se defiende en lo físico, y Billy Bob Thornton y Julia Butters – la joven revelación de Había una vez en Hollywood, de nuevo desplegando carisma – le dan un poco de resonancia emocional al filme y una meta concreta para Seis.
Chris Evans claramente está disfrutando la oportunidad de interpretar a un monstruo seidento de sangre luego de años como el incorruptible Capitán América, por momentos canalizando los instantes más memorables de villanía exagerada de John Travolta en Contra/Cara, pero la película desperdicia a Ana de Armas dándole un rol secundario sin demasiada personalidad que se queda muy lejos de su excelente trabajo junto a Gosling en Blade Runner 2049 o junto a Evans en Entre navajas y secretos, e incluso no le llega ni a los pies a los diez minutos de tiempo en pantalla que la actriz cubana tuvo en la última película de James Bond, donde se robó la película.
A fin de cuentas, El hombre gris se siente como una recopilación de ideas de películas mejores, aplicadas sin la pericia de aquellos otros filmes. Luego de esta película y la terrible Alerta roja, Netflix debería comenzar a analizar mejor a qué realizadores darles astronómicos presupuestos para películas de acción.
Calificación: 2/5
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EL HOMBRE GRIS
Título original: The Gray Man
Dirigida por Anthony Russo y Joe Russo
Escrita por Joe Russo, Christopher Markus y Stephen McFeely (basada en una novela de Mark Greaney)
Producida por Anthony Russo, Joe Russo, Chris Castaldi, Jeff Kirschembaum, Mike Larocca y Joe Roth
Edición por Jeff Groth y Pietro Scalia
Dirección de fotografía por Stephen F. Windon
Banda sonora compuesta por Henry Jackman
Elenco: Ryan Gosling, Chris Evans, Ana de Armas, Billy Bob Thornton, Jessica Henwick, Regé-Jean Page, Julia Butters, Wagner Moura, Dhanush, Alfre Woodward, Callan Mulvey, DeObia Oparei, Robert Kazinsky, Shea Whigham