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Con una producción literaria tan asombrosamente amplia y lucrativa como la del legendario escritor Stephen King, que produjo un número similarmente grande de adaptaciones al cine a lo largo de las décadas, es una realidad estadísticamente inevitable que varias de esas adaptaciones sean malas.
Incluso limitándonos solo a los últimos años, hemos visto excelentes traducciones al cine de la prosa de King en películas como El juego de Gerald o Doctor Sueño; y monumentos fílmicos a la mediocridad como Cell, La Torre Oscura, It: Capítulo 2 o la última versión de Cementerio maldito. Lastimosamente, Llamas de venganza se ubica en el segundo grupo.
Esta nueva adaptación de la novela de 1980 Firestarter sigue a Charlie (Ryan Kiera Armstrong), una niña que tiene poderes piroquinéticos que le permiten alterar la temperatura y crear fuego, a consecuencia de experimentos realizados a sus padres Andy (Zac Efron) y Vicky (Sydney Lemmon). Cuando Charlie pierde control de sus poderes, la siniestra agencia gubernamental que experimentó en sus padres la descubre y envía a un peligroso cazador tras ella.
A fuego lento
Más allá de ciertas actuaciones destacables en el elenco secundario como la de Michael Greyeyes, que interpreta al cazarrecompensas con poderes que es enviado a atrapar a Charlie y sus padres con un aura fría e intimidante; o el sólido trabajo que hace la joven Ryan Keira Armstrong como Charlie – que se defiende bien a pesar de que el guion no le hace ningún favor al obligarla a enunciar algunos diálogos bastante malos –, la película tiene muy poco qué ofrecer.
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Efron, que suele ser un actor muy interesante, aquí está en piloto automático.
La película se mueve a un ritmo letárgico durante la mayor parte de su duración, en especial desde el momento en que Charlie y su familia se ven obligados a huir, lo que debería ser el momento más tenso y propulsivo de la película, pero acaba siendo el pasaje más aburrido del filme, principalmente porque tanto la caracterización de los personajes como el argumento que impulsa la película con la agencia misteriosa y los superpoderes se sienten demasiado borrosos y ambiguos, lo que hace difícil que importe mucho lo que pase en pantalla.
Y en su presentación la película se siente inesperadamente barata y amateur, algo sorprendente teniendo en cuenta que la productora Blumhouse ha establecido como una especie de marca registrada su habilidad de sacar películas de presupuestos ínfimos - para los estándares de Hollywood – pero aplicando de forma genial esos recursos y crear filmes espectaculares; véase como ejemplo la excelente El hombre invisible de Leigh Whannell, una película que costó poco más de la mitad que Llamas de venganza y a primera vista parece haber costado el triple.
Brevísimos instantes del final de la película tienen cierto grado de creatividad visual en la forma en que Charlie va desatando sus poderes, pero son momentos individuales que no duran más que segundos. También cabe resaltar la muy buena banda sonora de sonidos sintéticos co-creada por el legendario cineasta John Carpenter, una partitura que se merece una película mucho mejor.
Incluso en una película relativamente corta como es esta, esas breves insinuaciones de calidad son demasiado poco para justificar pedir a alguien que invierta en esta película noventa minutos de su limitado tiempo en esta Tierra.
Calificación: 1/5
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LLAMAS DE VENGANZA
Título original: Firestarter
Dirigida por Keith Thomas
Escrita por Scott Teems (basada en una novela de Stephen King)
Producida por Jason Blum y Akiva Goldsman
Edición por Timothy Alverson
Dirección de fotografía por Karim Hussain
Banda sonora compuesta por John Carpenter, Cody Carpenter y Daniel Davies
Elenco: Ryan Kiera Armstrong, Zac Efron, Sydney Lemmon, Michael Greyeyes, Gloria Reuben, John Beasley, Kurtwood Smith, Tina Jung