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Es interesante que los dos estrenos de terror de la semana lidian, en formas muy distintas, con el mismo tema central: el temor a la muerte y el instinto desesperado del animal humano de esquivarla, sin importar lo alto o inmoral que pueda ser el precio a pagar.
Pero si La hora de tu muerte usa ese tema como el motor de un filme que no se toma demasiado en serio, el thriller español El pacto está mucho más interesado en explorar ese dilema desde un punto de vista mucho más serio, en una película que por momentos se siente demasiado apresurada y sobrecargada con giros y detalles mal comunicados, pero que igual logra satisfacer con una atmósfera lúgubre, un gran manejo de la tensión y el suspenso por parte de su director debutante David Victori, y una gran actuación central de Belén Rueda.
El filme sigue a Mónica (Rueda), una abogada que no puede evitar sobreproteger a su hija adolescente Clara (Mireia Oriol), que sufre de diabetes y ya estuvo cerca de la muerte cuando era pequeña. Tras un enigmático incidente, Clara queda en un coma del que los doctores aseguras es casi imposible que despierte, y Mónica acaba contactando con un misterioso hombre que le ofrece un pacto: salvar a su hija, que despierta milagrosamente, pero a cambio de que Mónica mate a alguien más.
El filme es un trabajo admirable para ser el debut de David Victori, que le imprime a la película una atmósfera opresiva que se siente como una expresión del miedo bajo el que vive Mónica de perder a su hija, y la sensación de vivir atrapada que tiene Clara en consecuencia.
Victori tampoco se esfuerza en ocultar sus influencias cinematográficas, con clarísimas referencias directas a la filmografía de David Fincher en ciertas tomas específicas y en el tono frío y nublado de la fotografía; e incluso una transición que emula los mareantes pasos entre sueños y realidad en la obra maestra animada de Satoshi Kon Perfect Blue, aunque esa última referencia la desaprovecha en una escena sin importancia en vez de emplearla en alguna de las secuencias surreales que llegan más adelante, donde quizá hubiera tenido más sentido.
Pero el problema principal del filme - más allá de ciertos efectos digitales poco convincentes - está en un guión ligeramente sobrecargado que se ve obligado a mirar solo de reojo detalles bastante importantes que fácilmente pueden pasar desapercibidos incluso a aquellos que estén prestando toda su atención.
La película se entiende perfectamente, pero elementos como el hombre con las arañas albinas, y la naturaleza pública del fenómeno en que Mónica está atrapada, se sienten demasiado poco explorados; una versión más larga de la película que se explaye más en construir el mundo más allá de Mónica, su hija y su exesposo Alex (Darío Grandinetti), o una más corta que no entre en detalles que no iba a tridimensionalizar, hubieran sido preferibles.
Aún así, el filme atrapa por el evidente talento que su director primerizo despliega a la hora de crear escenas de tensión y terror, y por la forma en que el guión explora a través de las desesperadas acciones de Mónica y el inteligente giro final cómo el ser humano es capaz de dejar de lado la moral y el sentido común con el fin de salvar la vida de un ser querido, incluso ante la necesidad de extinguir otra vida en el proceso.
El pacto no es nada extraordinario, pero es una propuesta lo suficientemente cautivadora para merecer una visita en el cine.
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EL PACTO
Dirigida por David Victori
Escrita por David Victori y Jordi Vallejo
Producida por Ricardo Marco Budé, Jordi Gasull, Edmon Roch e Ignacio Salazar-Simpson
Edición por Guillermo de la Cal
Dirección de fotografía por Elías M. Félix
Banda sonora compuesta por Miquel Coll
Elenco: Belén Rueda, Mireia Oriol, Darío Grandinetti, Antonio Durán, Josean Bengoetxea, Carlus Fàbrega, Vanessa Buchaca, Sebastián Montecino