La artista apuntó a la prensa francesa que el principal responsable de este cambio de estilo es el productor Brian Burton, alias Danger Mouse, que ha trabajado para grupos como Gorillaz o Gnarls Barkley.
Jones (Nueva York, 1979) explicó que la buena conexión entre ambos le permitió hacer un disco “personal”, con canciones escritas a cuatro manos que repasan los dos últimos años de su vida.
“Estoy muy contenta de hacer algo nuevo”, aseguró la cantante al diario Le Figaro, en una entrevista en la que admitió que la sinceridad de esos temas hace que no le vaya a resultar fácil interpretarlos todas las noches durante la gira.
“He tenido un periodo difícil y cuando escribía el disco no me sentía bien, lo cual forzosamente se refleja en los textos”, añadió en Le Parisien a propósito de “Little Broken Hearts”, que evoca a lo largo de doce temas una ruptura amorosa, igual que lo hiciera con su anterior trabajo, “The Fall”.
El nuevo álbum es según la crítica el más pop de su carrera, pero la artista, contradiciendo la categoría en la que la industria musical la ha incluido, niega que su primer disco -del que se vendieron más de 22 millones de copias- fuera “verdaderamente jazz”.
Norah Jones reconoció que sentirse cómoda delante del público le ha llevado tiempo y que en sus primeros conciertos no sabía “ni qué decir” al público que tenía delante.
Esta nueva gira, en la que cuenta con nuevo grupo, la encara ahora con el temor de reproducir en directo temas “fáciles de tocar” pero con un sonido “difícil”, algo que, según destacó, vive como un “nuevo desafío”.