Dos días antes de que se celebre la 19ª edición de los Latin Grammy, en los que J Balvin y Rosalía parten como favoritos con ocho y cinco nominaciones, respectivamente, la Academia dedicó hoy una velada muy especial en Las Vegas (EE.UU.) a una serie de grandes talentos que han hecho contribuciones significativas y extraordinarias a la música latina durante décadas.
El presidente de la institución, Gabriel Abaroa Jr., aseguró en su introducción que este evento, marcado por la nostalgia y el agradecimiento, “es extraordinario” porque todos los asistentes y premiados “salen más llenos de cariño y de respeto” tras “un sencillo pero profundo homenaje”.
“(Estos premios) se han convertido en el ancla de esta gran nave que es nuestra Academia”, aseguró. El hotel Four Seasons de Las Vegas acogió hoy una ceremonia en la que los Latin Grammy presumieron de la diversidad y el legado de la música latina, desde el exuberante piano jazzístico del cubano Chucho Valdés al sabroso merengue del dominicano Wilfrido Vargas.
“Pensaba que (a estas alturas) yo iba a estar en el patio de mi casa dándole de comer a mis gallinas”, dijo entre risas Chucho Valdés al recoger su gramófono dorado. “Pero queda mucho por hacer, mucho trabajo, muchas emociones”, aseguró el pianista, quien se acordó especialmente de su padre, el maestro de las teclas Bebo Valdés.
“Gracias a él estoy aquí parado”, indicó. La noche tuvo momentos de gran emoción como el protagonizado por el salsero puertorriqueño Andy Montañez, que terminó su discurso entre lágrimas.
“Me siento honrado por este premio, me siento dichosísimo de tener amigos como ustedes. Y se lo quiero dedicar a tres mujeres que son parte de mi vida: a mi hija Andrea, a mi compañera por muchos años Xiomara, y a mi madre, que tiene 98 años. Dios la bendiga”, expresó el conocido como “el Godfather de la salsa”.
Igualmente emotivo se presentó hoy el cantante mexicano José María Napoleón. “Mi padre me enseñó a pedir por favor y a decir siempre gracias. Quiero agradecer profundamente, muy profundamente, a todos los miembros de la Academia. Gracias por hacerme esta deferencia, por permitirme saber que mi trabajo ha servido para algo a través de todos estos años”, dijo.
También como un homenaje a toda su obra se tomó este premio especial el baladista español Dyango, quien recordó que “nunca es tarde cuando la dicha es buena. Y hoy la dicha es buenísima, buenísima”, añadió. Con un carrera impulsada por éxitos como “El africano” o “Abusadora”, la estrella dominicana del merengue Wilfrido Vargas recordó las palabras del Padre de la Patria de su país, Juan Pablo Duarte: “Sed justos lo primero si queréis ser felices”.
“No creo que haya querido ser un artista para que se me aplaudiera, reconocido por el público, ni tampoco por la crítica. No. Yo veía la música como el aire donde yo podía respirar”, argumentó. Asimismo, la mexicana Yuri puso el toque humorístico al contar que, durante años, le preguntaba a Dios “¿y el Grammy pa' cuando?” parafraseando la canción de Jennifer López.
“Esta noche es muy especial para mí (...) Saben que soy una mujer de fe. Y la parte oscura que tiene este medio es que a veces nos perdemos cuando tenemos fama y dinero: Pero, sin embargo, Dios tenía planes perfectos para mí”, indicó.
Brasil también estuvo representado en estos galardones, en los que artistas como Omara Portuondo o Fito Páez intervinieron como presentadores, por medio de la figura de Erasmo Carlos.
“Al saber que mi nombre fue escogido (para estos reconocimientos), me sentí el artista más importante del mundo. Está claro que mi humildad protestó, pero acabó agradecida”, afirmó con ironía antes de lanzar un beso al público.
De la misma forma, los directivos de la industria musical Horacio Malvicino y Tomás Muñoz obtuvieron el Premio del Consejo Directivo de los Latin Grammy. Este reconocimiento se entrega “a personas que han realizado aportes significativos a la música latina durante su carrera, pero no en la forma de actuaciones artísticas”, según la definición de la Academia.