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A poco tiempo de pisar el país, el baterista, compositor y fundador de Metallica, Lars Ulrich, hizo un pedido especial a la producción.
La solicitud poco tuvo que ver con caprichos de rockstar, ni mucho menos. Ulrich pidió saludar personalmente al extenista paraguayo Víctor Pecci, con quien –de alguna manera– tuvo un vínculo en común.
El paraguayo había conocido a su padre, Torben Ulrich (85), cuando empezaba a jugar al tenis en el circuito profesional, y el danés ya estaba por retirarse. “Le conocí ahí, y su hijo Lars tiene 8 años menos que yo y también se dedicaba al tenis, aunque luego lo dejó por la música”, comenta el extenista en entrevista con ABC Color.
La noticia del encuentro con el fundador de Metallica le tomó por sorpresa, aunque lo tomó de manera natural. “Me iba a ir al concierto, pero me levanté muy temprano y me iba a quedar; (hasta que) me llamó un amigo que trabajaba con la organización y me dijo que (Ulrich) me quería ver, que quería mandarle la foto a su papá, entonces me fui”, comenta Pecci.
El actual ministro de Deportes manifestó que nunca había hablado con el baterista, pero que el vínculo se dio por la amistad con su padre. “Le habrá hablado de mí, y después, me conocía porque también jugaba”, agrega.
Fue así como Pecci llegó al Jockey, una vez iniciado el concierto. Se ubicó detrás del escenario, lugar donde coincidió con el músico en un cambio de vestuario, ya durante el show. “Ahí nos sacamos la foto, salió del escenario, se metió y hablamos dos veces”, expresa.
Víctor Pecci es considerado el mejor tenista paraguayo. Alcanzó una alta popularidad en el torneo de Roland Garros de 1979, cuando llegó a la final.
Metallica se presentó por primera vez en Paraguay en la noche del lunes, ante unas 40.000 personas que colmaron el Jockey Club de Asunción en el marco de su gira Metallica by Request, teloneados por los paraguayos de la Orquesta de Instrumentos Reciclados de Cateura y el supergrupo De la tierra.