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BUENOS AIRES, Argentina (Maripili Alonso, especial). Con entradas agotadas, Buenos Aires vive este fin de semana la cuarta edición del festival, que en esta ocasión reúne a más de 50 bandas distribuidas en cinco escenarios. Se estima que el público en cada jornada asciende a unas 100.000 personas, incluyendo a muchos niños que también disfrutan de un apartado especial, el Kidzapalooza.
Metallica fue el plato principal de la primera fecha, presentando un show de casi dos horas en el que interpretó temas como “Hardwire” y “Atlas, Rise!”, de su último trabajo discográfico Hardwire..to Self-Destruct. La enérgica guitarra de Kirk Hammett, los solos de bajo de Robert Trujillo, y la potencia rítmica de Lars Ulrich se unieron a la voz de James Hetfield para demostrar que la banda tiene en el vivo uno de sus principales fuertes.
“No nos importa de dónde vienen, cuál es su religión. Lo importante es que están acá ahora y son parte de la familia de Metallica”, expresó Hetfield, encendiendo los gritos del público. El cierre se dio con fuegos artificiales, luego de interpretar “Nothing else matters” y “Enter Sandman”.
Antes, hubo varios platos de entrada y entre ellos agradables sorpresas como The XX. El trío inglés integrado por la cantante y bajista Romy Madley Croft; el bajista y cantante Oliver Sim, y el DJ y productor Jamie Smith. La banda transita del pop al dance, pero su poder de atracción reside en el sonido de la guitarra y la voz de Romy Madley Croft, presentando éxito como “On hold”.
La dosis de punk estuvo a cargo de Rancid, la agrupación estadounidense con más de 25 años de carrera, que presentó temas como “Salvation”, “Old friend” y “Rejection”. Con mucha interacción con el público, la banda recordó sus inicios junto a Metallica y lamentó haber demorado tanto tiempo en haber llegado a la Argentina, al tiempo de incluir también en su set algunos toques de ska.
Mientras tanto, en el escenario alternativo el australiano Vance Joy ofrecía un momento de relax, con toques de folk. Con guitarra acústica en mano y acompañado de su banda, presentó temas como “Red eye”, “God loves you when you’re dancing”. Para su éxito “Riptide” tomó el ukelele y se valió del público como un coro gigante.
Por ese escenario también pasó la sueca Tove Lo, utilizando su sensualidad como un valor agregado a su presentación. En clave pop, pero con un tono más oscuro, presentó temas como “True disaster” y “Habits”.
The 1975 fue otra de las atracciones del festival, con una presentación que invitó a bailar al ritmo del pop con algunos toques de funk y R&B. La banda oriunda de Manchester, Inglaterra, presentó temas como “Somebody else” y “Chocolate”.
El rock británico, con algunos aires de los años 60, estuvo presente de la mano de Cage The Elephant, que hizo vibrar a los presentes con una potente presentación. Tampoco Glass Animals se quedó atrás, demostrando su gran potencial.
Por su parte, León Gieco fue el encargado de representar al rock argentino, a mitad de la tarde, con una potente propuesta que incluyó a “Los Salieris de Charly”.
El EDM también tuvo una fuerte presencia, principalmente en el Perry’s Stage por el que pasaron DJs como Poncho, Alok, Don Diablo, Tchami y Marshmello. En tanto, el dúo The Chainsmokers se encargó de cerrar la jornada con Andrew Taggart y Alex Pall alternándose entre las bandejas y las voces, poniendo a bailar a todos los presentes.
El dúo neoyorquino presentó temas propios, así como remixes del tema de Rocky y Sweet Nothing, acompañados de un vistoso juego de luces en el escenario, efectos de pirotecnia, humo y serpentinas.