La ceremonia fue celebrada durante la noche del domingo en Los Ángeles y dio que hablar más allá de la música.
Beyoncé partía como la gran favorita con ocho nominaciones y fue quien acaparó más premios, un total de tres, si bien fueron de índole menor. La artista se exhibió al final, cuando subió al escenario para presentar una mezcla de más de una decena de sus temas en una actuación de cerca de 15 minutos que sirvió como colofón a la gala.
Tras su espectáculo, Beyoncé recibió de las manos de su marido Jay Z y su hija Blue Ivy el galardón honorífico Michael Jackson Video Vanguard, que MTV concede a artistas con un “increíble y duradero impacto en la cultura pop”. Antes que ella, fueron merecedores de ese premio Madonna, Beastie Boys, Britney Spears y Justin Timberlake.
“Buen trabajo, mamá”, dijo la hija de Beyoncé al reencontrase con su madre, quien aseguró sentirse “llena de agradecimiento” antes de besar a su esposo delante de las cámaras en un gesto que sirvió para acallar los rumores de divorcio después de las recientes tensiones familiares.
El triunfo de Beyoncé no fue completo al quedarse a las puertas del premio grande de la velada, el de mejor vídeo musical, que fue a las manos de Miley Cyrus por Wrecking Ball.
Cyrus regresó a la ceremonia que puso patas arriba en 2013 con una controvertida actuación cargada de gestos obscenos, aunque en esta ocasión buscó llamar la atención de otra forma.
En vez de tomar el micrófono para las habituales gracias y dedicatorias, la cantante cedió el testigo a un joven recién salido de la indigencia para que empleara ese tiempo en despertar la conciencia social de los espectadores.
“Los Ángeles, capital del entretenimiento, tiene el mayor número de jóvenes sin hogar en Estados Unidos. La industria de la música hará este año más de 6.000 millones de dólares y a las puertas de este recinto hay 54.000 seres humanos que no tienen hogar”, dijo el portavoz de Cyrus, llamado Jesse.
Su testimonio terminó con un llamamiento para que la gente fuera a la página de Facebook de Miley Cyrus donde se informa sobre una campaña para recaudar fondos para un centro de acogida de indigentes en Hollywood.
La gala también se acordó de las protestas en Ferguson, Misuri, tras la muerte del joven afroamericano Michael Brown tiroteado por un policía. En la gala musical se guardó un momento de silencio en su memoria.
Entre los premiados de la noche estuvo Lorde con su Royals (Mejor vídeo de rock), Ariana Grande con Problem (Mejor vídeo de pop), Drake con Hold On (We're Going Home) (Mejor vídeo de hip hop), Ed Sheeran con Sing (Mejor vídeo masculino) y Katy Perry con Dark Horse (Mejor vídeo femenino) .
Beyoncé ganó los premios a la mejor colaboración en un vídeo por Drunk In Love con Jay Z, mejor vídeo con mensaje social y mejor coreografía, ambos por Pretty Hurts.
La gala dejó otros instantes comentados en redes sociales, como los problemas de vestuarios de Nicki Minaj y su baile con Usher con golpe en el trasero incluido, o la negativa de Taylor Swift a hacer un salto desde lo alto de una plataforma para evitar riesgos innecesarios en su actuación, después de que en los ensayos de un tema de Minaj un bailarín fue mordido por una serpiente.
“No me importa si estos son los VMA. No voy a saltar. A la gente le muerden serpientes, es peligroso”, comentó la artista.
A la presente edición de los MTV VMA no le faltaron incidentes. En la madrugada del sábado al domingo fueron tiroteados tres invitados que asistían a una fiesta previa a la gala organizada por el rapero Chris Brown.
Brown, quien ha estado en la cárcel por problemas legales que comenzaron cuando agredió a su expareja la cantante Rihanna en la víspera de la gala de los Grammy en 2009, negó tener nada que ver con el suceso.