La cita, que se iniciará a las 21:00, será una fusión de estilos, lenguajes y emociones, y contará con la presencia del rapero argentino Pedro Peligro, quien llega a Asunción junto a KMi420, ambos miembros del proyecto Trueno. La noche se completa con las propuestas nacionales de Missmaella y Buscando el Sur.
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Pero su visita no se agota en el escenario. Al día siguiente, el domingo 9 de noviembre, Pedro Peligro —nombre artístico de Pedro Palacios— ofrecerá una clínica-taller sobre “Rap, Freestyle y la Cultura Hip Hop como transformación social” en La Esquina Cooltural (Rca. Francesa 190 casi Eligio Ayala), desde las 15:00. La propuesta, abierta al público y de acceso libre, busca tender puentes entre arte, educación y comunidad.
“Paraguay para mí es un lugar mágico en muchos sentidos”, comenzó diciendo Pedro durante la conversación con este medio. Recordó que su primer contacto con la escena local se dio en el marco de “Cruce de Campeones”, cuando, sorprendido por la falta de representantes en freestyle, impulsó junto a su equipo una competencia que llegó a reunir a más de diez mil personas. “Eso realmente le dio un impulso a Paraguay en el plano de las batallas y la cultura hip hop, sobre todo en la visualización de lo que el país podía ofrecer”, mencionó.
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Desde entonces, el vínculo con la escena paraguaya se mantuvo. En esta ocasión, su regreso tiene el sabor de la amistad y la colaboración. “Altamirano es una banda pionera en muchos sentidos, con un sonido que se cruza con la cultura paraguaya, con Brasil y con el hip hop internacional. Sentí que acompañar esta fecha y al otro día ofrecer una clínica era lo más natural”, explicó.
Para Peligro, el hip hop es más que una estética o un ritmo: es una forma de entender la vida. “El arte transforma a las personas en cualquiera de sus aspectos. Lo que uno vaya a buscar en una expresión artística, lo va a encontrar”, sostuvo. Su discurso está atravesado por una filosofía educativa que lo llevó a trabajar con jóvenes en situación de calle, en talleres que combinan arte, palabra y comunidad.
“Los valores del hip hop son paz, amor, unidad y diversión”, afirmó, desmitificando la imagen estereotipada del rapero agresivo o materialista. “Muy lejos de lo que piensa la gente que conoce el hip hop de MTV. No somos delincuentes: pintamos, bailamos, rapeamos, nos juntamos en la plaza. Y todo eso tiene que ver con la resiliencia, no con la violencia”.

El artista también hizo hincapié en el rol educativo de la música urbana. En Argentina ha trabajado con escuelas, utilizando el rap como herramienta pedagógica para acompañar a docentes en clases de lengua. “Nos dimos cuenta de que los chicos memorizaban mejor algunas reglas gramaticales cuando las rimaban. La música entra por otro canal en la cabeza y queda alojada en la memoria de otra forma”, explicó.
Para Peligro, el rap no se enseña solo como técnica, sino como método de pensamiento. “El conocimiento es una palabra clave en la cultura hip hop. Cuando uno aprende a juntar palabras para construir sentido, también aprende a mirar el mundo con otros ojos. El rap es ritmo y poesía, pero también historia, literatura y territorio”, subrayó.
La conversación derivó hacia su historia personal. Hijo del guitarrista y cantautor uruguayo Yamandú Palacios, y de una madre fundadora de un grupo de teatro comunitario, Pedro creció rodeado de arte y conciencia social. “Claro que heredé eso. Mi viejo y mi vieja me enseñaron que el arte tiene un rol social. Me crié en un proyecto cultural que me salvó de un montón de cosas. Por eso hoy sigo usando esas herramientas”, dijo.

“Yo utilizo el hip hop como pretexto para poder llegar al joven con una propuesta superadora”, reflexionó. “No importa si lo que enseño es rap, circo o macramé: lo importante es el mecanismo. Enseñar algo es una excusa para acompañar el proceso de realización de las personas”.
Su visión se resume en una idea: la cultura hip hop como espacio de pertenencia y aprendizaje colectivo. “Algunos piensan que rapear es un signo de debilidad —reconoció—. Exponerse delante de otros no es fácil. Pero cuando alguien logra hacerlo, cuando se anima, esa persona ya está dando un paso enorme hacia la resiliencia. Porque el hip hop, antes que nada, es eso: una forma de levantarse”.
El fin de semana promete ser una celebración de esas palabras: música, poesía y comunidad. Pedro Peligro lo resumió así: “La propuesta de la cultura hip hop es una propuesta de superación personal y colectiva. Si nosotros podemos transformar la tristeza de la ciudad en arte, ya estamos ganando”.
Las entradas anticipadas se venden a G. 90.000 por tiketongroup.com. En puerta costarán G. 110.000.
