Entre música y tradición, “Las Paraguayas” conquistaron el Ñandutí de Oro

El Ñandutí de Oro quedó en manos paraguayas, símbolo de que el talento nacional sigue latiendo fuerte.
El Ñandutí de Oro quedó en manos paraguayas, símbolo de que el talento nacional sigue latiendo fuerte.

El arte y la emoción se entrelazaron una vez más en el corazón de la “ciudad del encaje” durante la 46ª edición del Festival Nacional del Ñandutí, realizada el sábado último en el Club Olimpia de Itauguá, donde una multitud celebró la música y la identidad paraguaya en todo su esplendor.

El grupo caacupeño “Las Paraguayas” fue el gran ganador de la noche al recibir el Ñandutí de Oro 2025, máximo reconocimiento del festival. En tanto, Néstor Ló y Los Caminantes se alzaron con el Ñandutí de Plata 2025, destacándose también por su calidad musical y la conexión lograda con el público.

El escenario del Club Olimpia se convirtió en un punto de encuentro entre generaciones, donde la música tradicional, los sonidos contemporáneos y la pasión por lo nuestro se fundieron en una misma celebración. Cada artista, con su estilo y entrega, aportó alegría y emoción a una velada que quedó grabada en la memoria de los presentes.

Amenizaron la noche Richer Palma, ganador del Ñandutí de Plata en 2007; los grupos Evolución, Agatupyry, Proyección, Los Okára y Jerovia; además de Luna Ojeda, Enrique Benítez, Diego Sánchez, Rocío Iriarte, Lucas Martínez y las jóvenes Anabel y Ruth, quienes también conquistaron al público con su talento.

Néstor Ló y Los Caminantes se alzaron con el Ñandutí de Plata 2025.
Néstor Ló y Los Caminantes se alzaron con el Ñandutí de Plata 2025.

Importante concurrencia

El público disfrutó la calidad de los participantes y el espíritu que mantiene viva la esencia del festival.

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El Festival Nacional del Ñandutí, considerado uno de los eventos culturales más emblemáticos del país, nació como homenaje al arte de las tejedoras itaugüeñas y al encaje que identifica a la ciudad. Con el paso de los años, se transformó en una verdadera vitrina de la creatividad y la identidad paraguaya, donde la historia, la música y la emoción se conjugan como los hilos del propio ñandutí.

En esta edición, que volvió a llenar de color y alegría el Club Olimpia de Itauguá, cientos de personas de distintos puntos del país se dieron cita para disfrutar de una noche cargada de talento y tradición. Sobre el escenario se presentaron reconocidos artistas y nuevos valores que rindieron tributo a las raíces culturales de la ciudad, con un despliegue artístico que combinó danza, canto y algarabía.

Los aplausos no se hicieron esperar y el entusiasmo del público fue una muestra del cariño que despierta este festival, que cada año renueva su compromiso con la cultura nacional. Delegaciones del interior y visitantes extranjeros también resaltaron la organización y el nivel de las presentaciones, resaltando especialmente la participación del grupo caacupeño, que se ganó la ovación del público por su impecable actuación.

Una vez más, Itauguá demostró que su festival no solo premia a los mejores talentos, sino que también mantiene viva la herencia cultural que enorgullece al Paraguay entero. En cada canción, cada danza y cada encaje expuesto, se percibe la dedicación de un pueblo que protege con orgullo su identidad y la proyecta hacia las nuevas generaciones.