Lisandro Aristimuño llegó al escenario del Teatro de las Américas del CCPA acompañado por el baterista y percusionista Martín Casado y el bajista y violonchelista Lucas Argomedo. Y si bien eran solo tres en escena, lograban transmitir un sonido como si fuera una gran banda de 15 músicos.
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El concierto arrancó bien electrónico, con bases rítmicas y con una guitarra eléctrica dando forma a “Un dólar, un reloj y una frase sin sentido”. Luego llegó “Lobofobia”, con una melodía dulce por momentos y una descarga furiosa de potencia en la guitarra.
“Un placer estar cantando para ustedes”, saludó Lisandro, quien a lo largo de dos horas de show alternó entre tres guitarras. También incorporó a sus canciones diferentes efectos de sonido a través de un sampler, una consola y otros dispositivos que fue manejando en vivo.
“Por donde vayan tus pies”, “Para vestirte hoy” y “Green lover” resonaron en la noche asuncena, así como “Cuerpo”, que fue interpretada por primera vez en vivo por el trío.

La propuesta fue mutando hacia un sonido más rockero con canciones como “Tu mundo” y “Tu nombre y el mío”, volviéndose cada vez más notable la complicidad entre los artistas y la audiencia que respondió con efusivos aplausos a cada tema.
Argomedo cambió el bajo eléctrico por el violonchelo y Casado dejó la batería para ejecutar el xilófono, el bombo legüero y otros instrumentos de percusión para un set acústico y más folclórico que incluyó canciones como “Es todo lo que tengo y es todo lo que hay”, “Plug del sur”, que llegó con cierto aire de bolero y bossa nova; y la emotiva “Canción de amor”.
Volviendo a lo electrónico aparecieron canciones como “Pozo” y “Azúcar del estero”, esta con un gran coro a capela aportado por el público sobre el final. También llegaron “Tres estaciones” y “How long” en este amplio recorrido musical por los veinte años de trayectoria del artista.

Parecía que con “Elefantes” llegaría el final, pero el público de pie ovacionó la propuesta y rápidamente pidió más. Así llegaron para cerrar la noche “Anfibio” y “Me hice cargo de tu luz”, poniendo el broche de oro a este encuentro que ojalá sea el primero de muchos más.
La apertura del concierto estuvo a cargo de Purahéi Soul, que llegó a escena en formato dúo. Jenni Hicks y Migue Narváez interpretaron sus canciones como “Luna” y “Barquito Akahatã”, compartiendo anécdotas de su reciente gira por escenarios de Estados Unidos, Europa y Asia.