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Desde tempranas horas de ayer, los seguidores de la banda estadounidense Slipknot, oriunda de Iowa, empezaron a formar fila en los alrededores del Jockey Club para ocupar un buen lugar y verlos bien de cerca.
Los portones abrieron a las 17:30 y empezaron a ingresar los primeros fanáticos, casi todos con el clásico atuendo de remeras negras y muchos también con máscaras.
Puntualmente, a las 19:30 subió la banda nacional invitada. En este caso, el grupo Kuazar, oriundo de Ciudad del Este, fue el elegido por la producción para abrir la noche.
Con temas que mezclan el inglés, el español y el guaraní, y que sobre todo hablan de historia, encendieron al público que se iba convirtiendo en multitud.
Canciones como “Machete che pope (Acosta Ñu)”, “Kuriju”, “Obscure and Violent”, “Hybrid Power”, entre otras, resonaron con mucha fuerza, teniendo en cuenta el gran peso que tenía para la banda abrir para uno de los grupos más representativos del metal a nivel mundial.
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El público despidió con muchos aplausos a Kuazar, que dejó la energía lista para recibir al noneto de Iowa, Estados Unidos. Fue así que puntualmente a las 21:30 se oscureció todo por un momento y luego potentes luces rojas empezaron a penetrar en la oscuridad.
Por los parlantes empezó a sonar la introducción llamada “742617000027″ mientras los integrantes iban entrando uno a uno, ataviados con sus enterizos rojos y sus variadas máscaras.
Corey Taylor, el vocalista, incluso luce una máscara con luces rojas en los orificios de sus ojos. No faltó mucho para que empiecen a desplegar su potencia, con éxitos de su primer álbum, que según anunciaron tocarían en su totalidad con temas como “(sic)”, “Eyeless”, “Wait and Bleed”, entre otros.
Al cierre de nuestra edición el show todavía seguía, así como también seguía creciendo la emoción de la gente por ver por primera vez en el país a una de las bandas más importantes del metal mundial.