Los Fabulosos Cadillacs: “En la música la credibilidad se sostiene por haber sido realmente elegido, no impuesto”

Con sus idas, venidas y pausas, Los Fabulosos Cadillacs están de regreso demostrando que su vigencia es palpable gracias a sus éxitos de su ecléctica discografía. Esta noche la destacada banda argentina, cerrará la primera jornada del festival ReciclArte. El saxofonista Sergio Rotman, miembro desde los inicios de la banda, conversó con ABC sobre su presente musical.

La propuesta de Los Fabulosos Cadillacs es una de las atracciones más esperadas para el cierre de hoy en el anfiteatro.
La propuesta de Los Fabulosos Cadillacs es una de las atracciones más esperadas para el cierre de hoy en el anfiteatro.Gentileza

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Vicentico (voz), Sr. Flavio (bajo), Sergio Rotman (saxofón), Dany Lozano (trompeta), Nando Ricciardi (batería), Mario Siperman (teclados), Astor Cianciarulo (bajo y batería) y Florian (guitarra), (estos dos últimos hijos de Flavio y Vicentico, respectivamente).

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Esta es la conformación que sigue dando vida a una de las bandas que ha sabido mantenerse en el camino de una exploración estética muy particular dentro de lo que se considera rock latino ya que ellos, a lo largo de toda su carrera, no han dudado en innovar y no dejarse encasillar.

Con sus idas, venidas y pausas, Los Fabulosos Cadillacs están de regreso demostrando que su vigencia, aún sin lanzar un disco entero con canciones nuevas desde “La Salvación de Solo y Juan” (2016), es palpable gracias a sus éxitos de su ecléctica discografía.

Así, la gira “El león del ritmo”, que los ha llevado a un escenario como el de Coachella en Estados Unidos y otros países, los trae a Paraguay para un regreso triunfal. Sergio Rotman, miembro desde los inicios de la banda, conversó con ABC sobre la importancia que considera ha tenido la banda para abrir puertas a otras propuestas, la libertad sonora que para ellos es importante abrazar y la alegría de estar en una banda que hace lo que quiere, sin que los parámetros de las discográficas se impongan.

En ese sentido, el saxofonista, quien también tiene una destacada carrera solista (como cada integrante de LFC), rememoró un poco una parte de momentos memorables de sus inicios, como cuando fueron por ejemplo el primer grupo latinoamericano en grabar el formato MTV Unplugged, en 1994. “Y no solo fue el primer Unplugged que hizo un grupo latino, sino que además no fue Unplugged”, empieza diciendo entre risas y desde el bar Strummer, del que es dueño junto a Leo De Cecco, baterista de Attaque 77.

Rotman explica que en aquel entonces, si bien tenían ya 10 años de carrera, no eran conocidos para la cadena. “Nosotros dijimos: no vamos a hacer un Unplugged de algo que nadie conoce, entonces ¿cómo hacemos? Tocamos en vivo como hacemos siempre y fue emblemático”.

“La verdad que abrió un montón de caminos y le dio la pauta a muchos chicos normales, porque el modelo de rockero que había entonces era esta cosa tipo medio mega estrella, medio Gustavo Cerati, brillante, hermoso, y la verdad es que los chicos en Latinoamérica son más parecidos a mí que a Cerati. Entonces creo que mucha gente vio y dijo: yo también puedo hacer eso. Fue algo hermoso para nosotros haber abierto las puertas a gente que estaba en su casa y en aquel tiempo, que no había internet ni había un carajo, ver en tu pantalla de televisión algo que vos podías hacer. Te daba el ímpetu para decir: ok, voy a dejar de trabajar en el kiosko de la esquina y me voy a poner una banda”, expresó el artista.

El apogeo del rock latino

Rotman siente que lo que se llama “rock latino” tuvo un auge muy fuerte en cierta época. “A principios del siglo 21 las discográficas de alguna forma se dieron cuenta que estas bandas con 7 u 8 integrantes, bastante salvajes, bastante difíciles de controlar, no eran buen negocio. Vos sabés que las disqueras te quieren lindito, chiquitito, hablando de la cola, de bailar y de la gasolina, entonces buscaron ¿a dónde fueron? A la escena de Puerto Rico, que conozco muy bien porque viví mucho tiempo allá, a darles crédito a un montón de gente que no se llamaba reggaetón, se llamaba underground”, reflexionó Rotman.

Según el músico, a esta escena “ahora, para no quedar mal le dicen música urbana, que no sé lo que significa; entonces cambiaron la forma del negocio, y encontraron mucha más afinidad con gente que no les importaba ni la letra, ni un carajo, lo único que querían era ganar plata y fama, hacer producto”.

Pero él vio como “el rock and roll no bajó en ese momento sino que se recluyó a las ciudades propias. Pero bueno, los más grandes convocantes de la historia de la música no son reggaetoneros, son rockeros. Creo que estamos en otro lugar ahora, no estamos en el mainstream, no estamos en las playlists de Spotify, pero estamos en las casas de todo el mundo”.

Vicentico y Flavio.
Vicentico y Flavio.

Múltiples inspiraciones sonoras

A la hora de pensar en todos los cables que se han cruzado para que se encienda la chispa que vio nacer a Los Fabulosos Cadillacs, Rotman considera que a todos los atraviesan demasiadas influencias. “Desde The Cure y The Smiths, también están dentro de los Cadillacs”, pensó, a la hora de conversar sobre qué los diferenciaba por ejemplo de una banda de rock de su época como Soda Stereo.

“Algo que tuvimos distinto a Soda es la raíz afroantillana. Nosotros aprendimos a tocar ska, reggae y después aprendimos a tumbar; cuando aprendimos a tumbar y a tocar son pudimos empezar a tocar raíz afrocaribeña y creo que ahí reside la diferencia. Nosotros no somos una banda de salsa ni de reggae, somos una banda de rock con influencias de The Cure y The Smiths, también con influencias de Héctor Lavoe, y de Bob Marley”, aseguró.

Incluso aseguró que todos los Cadillacs vienen de una escena punk. “A Vicentico y Flavio los conocí en esa escena. Flavio tiene bandas súper punks, Gabriel se dedicó a su carrera solista hermosa, como si fuera un crooner, pero no es un bolerista ni es un tipo de cantar tonterías, solo que no utilizó en su carrera solista la dureza que por ahí sí usé yo. Pero mi raíz está en el punk y va a morir en el punk”.

La era de la internet y los sobreestímulos

Esa época inicial, para Rotman, sin dudas fue un momento donde mucho de lo que sucedía, podía pasar gracias a que tampoco todavía existían tantas herramientas que bombardeen y nos sobrecarguen de otros estímulos. “Yo apagaría internet, definitivamente. Nos podemos comunicar de otra forma sin necesidad de pasar por ese filtro tan brutal que es internet y la mega conectividad. Me refiero a internet en cuanto a su ética y moral, donde todo es rapidísimo, todo es ridículo, nada importa, todo es ‘muéstrame el culo y vete’, toda esa cultura no me parece que sea buena, por eso la apagaría”, dijo con honestidad.

Asimismo, sugirió que incluso sería bueno “eliminar los comentarios”. “¿Por qué tiene que todo el mundo comentar? Además comentan desde el anonimato, porque no es que comentas con tu nombre y apellido, comentas como “bostero34″ ¿Entendés? Y esa persona tiene el derecho de opinar sobre lo que todo el mundo dice. Pero ese es el negociado, ahí está el chiste, que peleemos, eso es lo que paga. Pero sería buenísimo, imaginate si cortaras comentarios de las notas periodísticas, Instagram, Facebook, YouTube. Sería perfecto y ¿la gente dejaría de ver las cosas? No, la gente las vería más. Solo que a nadie le importa la decisión de otros, es así”.

Sergio Rotman.
Sergio Rotman.

Y en este presente donde Los Fabulosos Cadillacs apuestan a seguir y demostrando que no les importa nada más que hacer música y compartir con su público ese gran intercambio de energía real que se da en los shows. Para Rotman, es todo un desafío seguir en la música en una realidad donde la industria solo ve a la música como un mero negocio.

“Hoy la música es un commodity, es como comprar una mantequilla en el kiosko, o dos cervezas. Hablo del consumo musical, la relación que la gente tiene con la música. Como está en todos lados no haces nada para conseguirla, nunca te va a hablar a ti, y nosotros somos la última generación de músicos creados desde pre internet, entonces tenemos algo que nadie tiene y es credibilidad”.

“En la música la credibilidad se sostiene por haber sido realmente elegido, no impuesto. Hoy internet te impone lo que debes escuchar, antes tenías que elegirlo, es radical la diferencia. Por eso hoy en día con los artistas la relación es muy casual, no es que no le guste a la gente, o les gusta pero un rato. Antes al tener que elegir al artista, ir, comprar el disco, grabar el casete, bajar el CD, bajar el archivo mp3, significaba que tenías que tener una relación con la canción. Hoy al estar expuesta en una mega pista nunca vas a empatizar con una canción, nunca vas a pensar que Bob Marley te canta a vos, ese es un problema muy grave, es una decisión muy torpe”, subrayó.

Sin embargo, ellos sostienen siempre su originalidad, algo que los llevó desde muy tempranas épocas a ganarse galardones de esa industria, pues fueron la primera banda latina en ganar un Grammy. “Antes existían también las listas de hits, la radio, y las discográficas sí imponían artistas pero era muy leve, o sea podías meter un hit, hoy no existe lo otro, hoy todo está impuesto por el algoritmo, por quien sea”.

Reflexionó que “los Beatles no hubiesen existido en esta época, hubieran pasado desapercibidos. En 1997, cuando ganamos ese premio no teníamos ni idea, recién empezaba el e-mail, que era un buen sistema, te tomabas un buen rato para escribir, después te ibas a vivir, volvías a la noche y veías quién contestó, entonces podías pensar lo que ibas a decir”.

No soltar al artista

Rotman es, claramente, una persona muy frontal en sus dichos y decisiones. No se guarda nada porque le importa concordar con lo que piensa. Recordó que un tiempo dio cierto paso al costado de los Cadillacs, pero eso le dio tiempo a cultivar su faceta solista. Pero al retomar la energía con la banda, el cariño es siempre el mismo.

“Lo que pasa es que Cadillacs tiene la magia de generar en el 100%. Yo no me acuerdo de ningún show de los Cadillacs que a la gente no le guste, inclusive shows donde tuvimos problemas internos entre nosotros eso era a lo mejor lo más maravilloso. Es un grupo muy especial en el que tengo la suerte de participar, es una cosa muy distinta, porque no somos tampoco un grupo de fiesta, no somos un grupo que genere una pachanga de ‘a bailar’ y ya, tampoco tenemos seriedad, así que tengo mucha suerte de estar en un grupo casi perfecto”, señaló.

En cuanto a la composición, afirmó que hace mucho no están componiendo pero que cada uno le dedica tiempo de calidad a sus proyectos, sin problemas. “Contestaré algo sobre nuevas canciones cuando volvamos a componer. Hoy por hoy estamos tocando nuestro repertorio”, señaló,

Pero al respecto, aseguró que el grupo “siempre funciona democráticamente, con apertura total, acá no hay una persona que escribe las partes ni nada, pero sí alguien puede componerlas y decirte tocá esto; pero Cadillacs no es un grupo con un líder y súbditos, todos sabemos lo que tenemos que aportar”.

Finalmente, vienen a Paraguay en busca de generar emoción en la gente, que es todo lo que les importa. Pensando nuevamente en la era de internet, un pensamiento muy recurrente en Rotman, dijo que “el público tiene que hacer lo que quiera, no me gusta mucho el músico dictatorial, si querés venir a filmar con tu teléfono, hacelo, querés poner una bandera, ponela, no voy tanto por ese lado. Ahora, yo tengo la obligación de generar algo para que quieras apagar el teléfono y quieras bajar la maldita bandera. El chiste está ahí, que digas: no voy a filmar este grupo porque me voy a perder de verlo, lo que pasa es que hoy la música es tan liviana que tenés que filmarla para que sea divertida”, cerró.

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