El concierto “Caetano e Bethania” en el teatro Farmasi Arena de Río de Janeiro, cuyos ingresos se agotaron hace varias semanas, fue el primero de una gira que los dos miembros del grupo “Doces Bárbaros” ofrecerán hasta el 18 de diciembre y que también pasará por las ciudades de Belo Horizonte, Curitiba, Belém, Porto Alegre, Recife, Brasilia, Fortaleza, Salvador y São Paulo.
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Con excepción de una serie de espectáculos ofrecidos hace 46 años (1978), de los que nació un disco, los hermanos nunca se habían presentado juntos como dupla.
Pero en esas casi cinco décadas de carreras separadas sus caminos profesionales se cruzaron varias veces, incluso porque Caetano es el autor de una treintena de canciones inmortalizadas en la voz de María Bethania, entre las cuales “De Manhã”, “Reconvexo” y “Um Índio”, que han cantado juntos en otras oportunidades.
El concierto comenzó con “Alegría alegría”, marco del movimiento tropicalista, e incluyó varias canciones que refuerzan las interconexiones entre los dos hermanos y su origen en el estado de Bahía, como “Os mais doces barbaros”, “Gente” y “Oraçao ao tempo”.
Pese a que la mayor parte del tiempo cantaron juntos, en dos momentos aprovecharon presentaciones individuales para recordar sus mayores clásicos. Él cantó “Sozinho”, “Leonzinho”, “Voce nao me ensino a te esquecer” e “Voce é linda”; y ella “Brincar de viver”, “Chega de magoas”, “As cancoes que voce fez para mim” y “Negue”.
Además de un homenaje a la eterna compañera de ambos, la cantante Gal Costa, muerta hace dos años y a quien recordaron con “Baby”, también destacaron canciones de otros compositores que forman parte del imaginario brasileño, como “Gita” de Raul Seixas y “Fe” de Iza.
Y no podían dejar de interpretar algunas de las canciones de la gira que realizaron juntos en 1978, la última antes de la iniciada hoy, como “Um indio” y “Tudo de novo”, con la que concluyeron el espectáculo de exactas dos horas.
Caetano y Maria Bethania, por caminos diferentes
Los dos hijos de doña Canô nacidos en Santo Amaro, en el interior del estado de Bahía (nordeste de Brasil), recorrieron caminos diferentes en la música.
Caetano, el compositor, cantante y guitarrista que el próximo miércoles cumple 82 años, comenzó por la Tropicalia, el movimiento cultural contestatario brasileño que colideró con Gilberto Gil en la década de 1960.
María Bethania, guitarrista y compositora de 78 años y una de las mayores intérpretes de Brasil, prefirió comenzar como cantante independiente.
Ella salió del anonimato en una presentación en Salvador en 1964 en la que cantó al lado de Caetano, Gal Costa, Gilberto Gil y Tom Zé, que le valió que la entonces famosa Nara Leaom, encantada con su voz, la invitara a sustituirle en un espectáculo en Río de Janeiro.
Un año después ya contaba con un disco grabado (´Carcará´) que incluía las canciones “De Manha” y “Sol Negro”, que su hermano le compuso especialmente para la ‘ópera prima’.
Sus carreras volvieron a cruzarse en 1966 cuando Caetano fue el director de “Pois é”, un espectáculo en que su hermana cantó al lado de Gilberto Gil y Vinicius de Moraes.
Y tras el exilio de Caetano en Europa durante los años más duros de la dictadura brasileña, los dos volvieron a cruzarse en 1972 cuando el compositor produjo el álbum “Drama”, en el que Bethania interpretó, entre otras, la canción “Iansa”, coproducción de su hermano y de Gilberto Gil.
Cuatro años después finalmente se unieron como miembros, junto a Gilberto Gil y Gal Costa, del grupo “Doces Bárbaros”.
Y en 1978 finalmente los dos hermanos montaron un repertorio para presentarse como dupla en una gira por todo Brasil y que incluyó un mes completo de conciertos en Río de Janeiro, en una de las cuales grabaron un disco (Maria Bethania e Caetano Veloso ao Vivo) con canciones como “Tudo de novo”, de Caetano, y “Fé Cega, Faca Amolada”, de Milton Nascimento.