“La DAIA repudia, condena y considera peligrosos los mensajes antisemitas que el exlíder de la banda Pink Floyd viene repitiendo en sus presentaciones públicas. Además de poner en duda la masacre terrorista cometida por Hamás el 7 de octubre, asegurando que fue un invento de Israel, durante el show en Uruguay, insultó al presidente de la Comunidad Judía de Uruguay y acusó a Israel de asesinar al pueblo palestino”, informó un comunicado de la DAIA.
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La entidad judía presentó ante la Justicia un amparo con un pedido de medida cautelar solicitando la suspensión del recital de Waters al considerar que, "sin lugar a dudas", el músico "promueve discursos de odio y su conducta viola la Ley Antidiscriminatoria, una legislación valiosa que rige en la República Argentina y que fue promovida por la DAIA".
Israel declaró la guerra a Hamás el 7 de octubre tras un ataque sorpresa del brazo armado del grupo islamista que incluyó el lanzamiento de cohetes y la infiltración de unos 3.000 milicianos que mataron brutalmente a unas 1.200 personas y secuestraron a más de 240 en comunidades israelíes cercanas a la Franja de Gaza.
Waters ha condenado en las últimas semanas las acciones militares del Gobierno de Israel en la Franja de Gaza, tildándolas de "genocidio", "opresión de un pueblo a otro" y operación de "limpieza étnica".
Cancelación de reservas
El músico británico y cofundador de Pink Floyd ya había acusado al ‘lobby judío’ de estar detrás de la cancelación de varias reservas hoteleras en Montevideo y en Buenos Aires, antes de ofrecer varios conciertos como parte de su gira ‘This is Not a Drill’.
Waters y su equipo han tenido que alojarse en un hotel de la ciudad brasileña de São Paulo, desde donde se desplazaron a Uruguay para el concierto del 17 de noviembre ese mismo día y a Argentina para los recitales del 21 y el 22.
En una entrevista publicada la semana pasada por el diario argentino Página 12, Waters se mostró ‘furioso’ por las acusaciones de antisemitismo que están recayendo sobre él.