La canción fue realizada a partir de una maqueta grabada en los años 1970 por John Lennon en su apartamento neoyorquino. Tras su asesinato en 1980, su viuda Yoko Ono había entregado el material a los miembros vivos de la banda en 1994.
Estos últimos la reelaboraron y completaron, pero nunca pudieron publicarla, ya que las técnicas entonces disponibles no permitían extraer la voz de John Lennon con suficiente calidad.
Pero ahora se ha podido, en colaboración con Peter Jackson, el director de cine que estaba detrás de la producción de la serie documental The Beatles: Get Back.
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El director de la trilogía El Señor de los Anillos extrajo la voz de Lennon de un casete, separándola del piano con la ayuda de la inteligencia artificial.
“Nos encontramos con que la voz de John aparecía tan clara como un cristal”, explicó Paul McCartney. “Es muy conmovedor y todos tocamos en él, es una grabación real de los Beatles”, continuó el músico de 81 años.
A la maqueta original se agregaron grabaciones de guitarra eléctrica y acústica de George Harrison que datan de 1995, antes de su muerte en 2001.
La canción se completó el año pasado en los estudios de Los Ángeles, con la batería de Ringo Starr, el piano y el bajo de McCartney, así como las voces de los dos Beatles vivos.