Su trabajo musical, editado ahora por el sello Universal Music Spain, está compuesto por discos de creación propia, con temas que dibujan el paisaje del amor y el contexto social que Milanés ha experimentado a lo largo de su vida, según recalca un comunicado.
También forman parte del repertorio transformado en música digital trabajos de colaboración con otros artistas y grabaciones en directo, así como series de discos que destinó a la recuperación de la música tradicional cubana, como Años, y Filin, dedicados a este género musical cubano y al bolero mexicano.
Discos dedicados a los poetas de su tierra, como José Martí y Nicolás Guillén, y álbumes como Yo me quedo, Proposiciones, o, el más reciente, Standards de jazz, que han sido testigos de varios soportes musicales ya casi extinguidos, también pasarán a un formato más inmediato.
El empeño de Pablo Milanés por recuperar el “filin” cubano, género nacido en los años 40 en La Habana y que se reconoció como un movimiento nacional, hizo que rescatara a compositores del son, un género ya casi olvidado, además de recuperar a otros clásicos olvidados en los años 60 y 70 por el resurgimiento de las nuevas tendencias de la época.
“Mi propósito era rendir homenaje a todos los boleristas cubanos que yo había conocido y que fueron guías en mi carrera: José Antonio Méndez, Cesar Portillo de la Luz, Meme Solís, Marta Valdés, Luis García, una serie de jóvenes y músicos más consagrados que me guiaron en mis primeros años”, destaca el compositor.
El trovador, que reunió 62 boleros en la serie Filin formada por seis discos grabados en más de tres décadas, encontró “entre el bolero cubano y el mexicano una afinidad extraordinaria” y en los discos cuarto y quinto incluyó temas como como Una semana sin ti de Vicente Garrido, Franqueza de Consuelo Velázquez y muchos más que se podrán disfrutar ahora en formato digital.