La artista neoyorquina, de 26 años, lanzó este verano junto a la también rapera Megan Thee Stallion la canción WAP, que abrió un debate sobre el feminismo y generó críticas entre los sectores políticos más conservadores por sus letras explícitas sobre el placer femenino y su atrevido videoclip.
En su habitual tono cercano y coloquial, la cantante declaró a la revista: “Quiero mostrarle a la gente que puedes hacer cosas positivas, pero también puedes ser tu misma. Me gusta la justicia, me gusta trabajar y ser creativa. Pero también me gusta celebrar mi coño (pussy)”.
La vocalista, que ha batido récords y llegado al Grammy en apenas tres años desde su debut, dijo que ahora es “más entendida en los negocios” y ha contratado a profesionales para que revisen sus acuerdos, entre ellos líneas de ropa con la marca Fashion Nova y una suscripción en el servicio de “streaming” OnlyFans.
En cuestión política, declaró su apoyo al presidente electo, Joe Biden, y denunció la incomprensión de los “seguidores de (Donald) Trump” hacia el movimiento Black Lives Matter, asegurando que en las protestas por la muerte de George Floyd hubo saqueos “porque hay mucha gente negra siendo asesinada injustamente” y abogó por que se contrate a policías de “buen corazón”.
Entre otras cosas, la cantante, que cuenta con millones de seguidores en las mismas redes sociales que la propulsaron, mostró también preocupación por su “toxicidad” y por cómo enfrentarse al problema cuando su hija de dos años, Kulture, se haga mayor y se exponga a ellas para que no le afecten los comentarios “desagradables”.