El 39º álbum de estudio de Dylan tiene 10 canciones nuevas, incluida Murder most foul, una balada de 17 minutos sobre el asesinato de John F. Kennedy, así como un tributo al músico de blues Jimmy Reed.
Rough and Rowdy Ways es el primer material nuevo del premio Nóbel de literatura desde el lanzamiento de Tempest en 2012, aunque ha difundido una serie de covers en el ínterin.
El músico combina ostinatos de blues con historias de folk, en las que su voz áspera entona letras que van del humor oscuro a una turbulenta desolación.
Por momentos es cálido, por momentos cáustico.
En la primera canción del álbum, I Contain Multitudes, el músico de 79 años habla de la mortalidad y de cómo duerme en la misma cama “con la vida y la muerte”.
En una reciente entrevista con el diario The New York Times, Dylan dijo que no piensa en su propia muerte, sino en la muerte de la humanidad como especie.
"Pienso en la muerte de la raza humana. El largo, extraño viaje del simio desnudo. No quiero tratarlo con ligereza, pero la vida de todos es tan efímera. Cada ser humano, no importa cuán fuerte o poderoso sea, es frágil cuando se trata de la muerte. Pienso en ello en términos generales, no de una manera personal", afirmó.
Las canciones atraviesan la cultura pop del siglo XX, hablan de mitos y hacen referencia a figuras históricas y ficticias, algunas leves, otras trágicas.
En I Contain Multitudes, Dylan cita a Indiana Jones, Anna Frank y los Rolling Stones en el mismo verso.
Murder Most Foul, lanzada inicialmente en marzo, cuenta el asesinato del presidente Kennedy en Dallas, Texas, en 1963, al tiempo que describe la contracultura de los años ’60.
“Falso profeta”
La canción, que trepó a la cima del ránking de Billboard, deja caer los nombres de varios artistas incluido Los Eagles, Charlie Parker, Stevie Nicks y Los Beatles.
Las canciones más populares de Dylan de los años ’60 y ’70 hablan de la brutalidad policial y el racismo, como Hurricane. Ahora, el músico menciona la masacre racial de Tulsa, Oklahoma en 1921, cuando turbas de blancos atacaron a residentes y comerciantes negros durante dos días.
También hay una referencia al "hombre pájaro de Alcatraz", uno de los asesinos en serie más famosos de Estados Unidos.
En False Prophet, la segunda canción del álbum, de seis minutos, Dylan suena arrogante y sin remordimientos al referirse a su propia mitología. “No soy un falso profeta”, asegura.
La revista de música británica NME dijo que el nuevo álbum es “su mayor declaración poética hasta ahora”.
En un artículo publicado en el sitio web de la revista, Mark Beaumont escribió: “¿Duro? Quizás, pero ciertamente tiene la tibieza y el lustre de lo casero y lo íntimo”.
La revista Rolling Stone lo calificó de “clásico absoluto”, y aseguró que es “uno de los álbumes más oportunos” de Dylan.
"Casi llegando a los 80 años, la vitalidad creativa de Dylan sigue siendo sorprendente, y es algo asustadora", escribió el crítico Rob Sheffield.
Dylan, que recibió en 2012 la Medalla de Libertad de manos del presidente Barack Obama, ha estado casi siempre de gira en las últimas tres décadas.
No obstante, debió cancelar una serie de conciertos previstos en abril en Japón y en junio y julio en América del Norte a raíz de la pandemia de coronavirus.