La titular de la Secretaría de Políticas Lingüísticas (SPL), Ladislaa Alcaraz, calificó la presentación del libro que recoge la gramática, realizada en la biblioteca del Congreso de Asunción, como “un acontecimiento histórico que marca un hito en nuestro proceso de normalización del uso del guaraní en la Administración del Estado”.
Alcaraz explicó que la ley de Lenguas de 2010 establece que todas las disposiciones escritas emitidas por la Administración estatal deberán traducirse al guaraní una vez que fueran aprobados su alfabeto, que se llevó a cabo en 2015, y su gramática, por lo que la publicación de hoy supone la introducción oficial del bilingüismo.
No obstante, la normativa establece que dicha obligatoriedad sería vigente tres años después de la aprobación de la gramática, por lo que a partir de 2021 “ya no habrá excusa para el uso escrito del guaraní”, sentenció.
Ferreira aseguró que en esta primera edición “se conjugan en una sola gramática” todas las publicaciones particulares anteriores, desde 1640, incluyendo las elaboradas por 74 autores contemporáneos, lo que supuso “un trabajo de dos años y ocho meses y 128 reuniones semanales” hasta llegar a un acuerdo.
Además, especificó que “pensamos en guaraní para hacer la gramática” y luego la tradujimos al castellano, en referencia a que muchas de las anteriores gramáticas no oficiales se habían hecho en base a la metodología usada para la castellana. “Hicimos una revisión de las distintas corrientes lingüísticas”, “las conjugamos y tratamos de sacar una intermedia”, añadió.
El libro recoge descripciones sobre la sintaxis y la morfología correctas de la lengua guaraní, así como advertencias sobre el uso indebido de “calcos sintácticos” del castellano para “conservar la esencia de la estructura sintáctica de la lengua”, dijo la también académica Ladislaa Alcaraz. Puntualizó que dichos “calcos” deben evitarse puesto que, a diferencia del español, que es una lengua flexiva -incluye mucha información en sufijos y prefijos mediante la flexión de las palabras-, el guaraní es una lengua aglutinante, es decir, que suma muchos prefijos y sufijos con significados concretos.
En noviembre de 2015 la Academia aprobó el alfabeto guaraní conformado por 33 fonemas y otros tantos grafemas, que incluyen doce vocales, entre ellas las vocales nasales propias del idioma, así como dígrafos característicos como mb, nd, ng o nt, y consonantes dobles como rr.
El guaraní es, junto con el castellano, la lengua oficial de Paraguay desde 1992, cuando así lo reconoció la Carta Magna y, además de en ese país, se habla en algunas zonas de Argentina, Bolivia y Brasil. Se estima que el 90% de la población de Paraguay es bilingüe en castellano y guaraní, y alrededor del 57% solo se comunica en este idioma precolombino, según el último censo nacional, que data de 1992.