Uliana Romanenko es magíster en Filología por la Universidad Federal del Sur - Rusia. Oriunda de Novocherkask, en la región del Cáucaso, lleva nueve años residiendo en Paraguay, donde formó familia con Iván López y tienen un hijo, Aleksey. Empezó aquí como docente y traductora en la Universidad del Norte y actualmente cursa la maestría en Lengua y Literatura Hispanoamericana en la Universidad Nacional de Asunción.
Desde que llegó, soñó con la idea de organizar grupo que reuniera a gente apasionada por la literatura rusa. Así surgió el club de las Meriendas Literarias, el primer y único espacio dedicado a la lectura y análisis de literatura rusa en Paraguay, que acaba de cumplir tres años de actividad ininterrumpida. Desde su fundación, en mayo de 2022, el club ha reunido mes a mes a un grupo diverso de lectores apasionados por descubrir a los autores más emblemáticos de la literatura rusa: Pushkin, Dostoievski, Gorki, Chéjov, Pasternak y muchos otros. Todos ellos han sido leídos, comentados, cuestionados y sentidos desde esta parte del mundo, generando diálogos profundos entre las culturas.
Encuentro y reflexión
Meriendas Literarias no solo ofrece un espacio de lectura, sino también una experiencia de encuentro, reflexión y conexión emocional, asegura Uliana Romanenko. Es un espacio que ha sabido transformar cada encuentro en una vivencia completa: “A menudo acompañamos las lecturas con comidas o dulces mencionados en las propias obras, como una forma de sumergirnos aún más en el universo de los autores. Así, entre páginas y sabores, las palabras de los autores rusos se mezclan con el aroma del té, del pan negro, o de las cerezas frescas, y la literatura se vuelve tangible”.
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Con el desarrollo de las actividades también se fue dando de manera espontánea la comparación entre obras rusas y textos paraguayos, encontrando “puentes inesperados entre contextos distintos, pero sensibilidades comunes”, lo que contribuye a la promoción de la lectura en Paraguay.
Incluso la idea ha prendido y ha inspirado el nacimiento de espacios similares, como el club de literatura brasileña y diversos círculos de lectura en universidades y centros culturales. “El club se ha convertido así en un referente del entusiasmo lector y de la apertura a nuevas voces literarias”.
Emulando salones de antaño
“Todavía no puedo creer que ya hayan pasado tres años desde nuestro primer encuentro. Recuerdo aquella tarde fría: yo estaba tan nerviosa, pensando que quizás no habría interesados. Pero fue impresionante ver cómo esas personas que vinieron aquella vez hoy ya son mis amigos. Algunos ahora están estudiando en Rusia, otros siguen esta aventura literaria aquí, en Paraguay, hasta el día de hoy”, comenta Uliana Romanenko.
Cada encuentro ha sido un viaje –afirma–. “Un encuentro emocional no solo con los protagonistas de las obras o con los autores, sino también con cada uno de nosotros. A veces, incluso es un encuentro con uno mismo, una especie de análisis profundo de nuestra propia alma”.
Confiesa que desde un principio soñaba con “recrear algo parecido a aquellos salones literarios de otra época, espacios íntimos, cálidos, donde las personas no solo discutían ideas, sino también compartían emociones y buscaban sentido a través de la palabra. Leí mucho sobre eso en las memorias de emigrantes rusos, incluso de aquellos que llegaron a Paraguay hace ya un siglo. Siempre me fascinó esa imagen: una casa antigua, una lámpara suave, una taza de café, libros sobre la mesa… y alguien leyendo en voz alta. Siento que logramos acercarnos un poco a ese espíritu”, sigue relatando.
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Lo más fascinante del club –menciona– es cuando no solo se limita a explorar Rusia a través de los libros, sino cuando “empezamos a comparar tradiciones, formas de pensar, emociones. Ahí se vuelve todavía más rico. Uno de los encuentros más especiales de este año fue cuando, hablando sobre “el alma rusa”, intentamos compararla con algunos rasgos de nuestra cultura paraguaya. Y allí salió todo: lágrimas, risas, humor, tragedia, baile... y muchos abrazos”.
El análisis literario se transforma en algo mucho más profundo cuando las personas apasionadas por la lectura, la filosofía y la historia sacan a relucir testimonios personales.
Obras y autores
Hasta ahora el club ha leído 33 obras y a través de ellas los participantes pudieron conocer 28 autores rusos, desde los grandes clásicos, como Tolstói, Dostoyevski y Chéjov, hasta escritores contemporáneos, como Evgueni Vodolázkin o Dmitri Glujovski. “Ahora, por ejemplo, estamos leyendo un texto que es tanto testimonio histórico como obra literaria del siglo XVII, lo que nos lleva a descubrir otro rostro de la literatura rusa”, señala la docente.
Uliana destaca que también han explorado una gran diversidad de géneros: desde la novela clásica, el teatro y la primera autobiografía escrita en ruso, hasta novelas posapocalípticas con zombis, distopías modernas y cuentos folclóricos. “Esta variedad nos ha permitido ver la riqueza y profundidad de la literatura rusa en todas sus dimensiones. Cada lectura es una aventura distinta: a veces filosófica, otras existencial, otras completamente fantástica, pero siempre intensa”.
El tercer aniversario fue celebrado con una velada especial con galería de recuerdos, lecturas colectivas y actividades interactivas con una selección de las mejores frases e imágenes del recorrido literario compartido por los integrantes.
Más info:
Salón auditorio de Fecoprod 0994 591-467
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