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Hace 14 años, el escritor Alejandro Hernández recibió una sugerencia de una ex cuñada que se encontraba trabajando en el Instituto de Previsión Social (IPS), atendiendo a que él estaba en la directiva de la Sociedad de Escritores del Paraguay (SEP). ¿No será que podés venir a IPS a contarles cuentos a los chicos? Esta fue la pregunta que dio inicio a la gran iniciativa solidaria denominada “Cuentos en Navidad”.
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Recordó que en aquel año fue con la escritora Irina Ráfols a leer unos cuentos y ya al año siguiente, la responsable del aula hospitalaria Leticia Rivella les sugirió extender el proyecto a otros hospitales que estaban implementando estas aulas, en coordinación con el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC). La SEP aceptó la idea y con el apoyo de la Secretaría Nacional de Cultura para los móviles expandieron el proyecto.
“A los dos años nos dijeron ‘¿sabés que aparte tenemos los centros de chicos con riesgo de calle, están en Cateura, Camsat, Tacumbú, Ricardo Brugada?’ Y bueno, hagámoslo. Y se fueron sumando”, relató Hernández. Pero, ante la necesidad de incorporar otros voluntarios que no eran escritores decidieron fundar el Clubdelibros Paraguay, que hasta ahora lleva adelante este emprendimiento.
Este año, “Cuentos en Navidad” se llevó a cabo en el Centro Abierto y Comedor Infantil “Virgen del Rosario”, el Hospital Pediátrico Niños de Acosta Ñu, el Hospital distrital de Coronel Bogado, en la capilla Santos Ángeles y el Hospital Regional de Concepción. También en la capital del primer departamento se llevó a cabo la habilitación de la Bibilioteca comunitaria “Mainumby Aranduakaenda” del barrio San José Olero, en una sala de la Parroquia Virgen del Carmen y Santa Lucía.
Hernández detalló que también tienen previsto llegar el 28 y 29 de diciembre a San Pedro del Paraná, Encarnación y San Cosme y Damián, con el apoyo de un vehículo de la Cámara de Senadores. “Por suerte la gente responde, porque es difícil y prácticamente lo hacemos a pulmón”, añadió el escritor.
Impulso virtual
Alejandro Hernández recordó que en 2020, con las restricciones a raíz de la pandemia del covid-19, plantearon la posibilidad de seguir con la iniciativa pero de manera virtual, así que contactaron con amigos de otros países. Entre ellas estaba una chica de la editorial Clubdelibros de Costa Rica que estaba empezando a trabajar con montajes audiovisuales sobre pantalla azul.
“Ahí surgió el ‘NotiDrilo’. Se hacían grabaciones de cuatro o cinco minutos contando cuentos y eso se hilvanaba con un pseudo noticiero en donde los títeres son los conductores. Y además, en cada capítulo, llevaban una historia entre ellos”, explicó. Agregó que en principio “fue mortal” porque hicieron un capítulo todos los días durante el mes de diciembre,
“Yo grabo la parte de Drilo en casa y Pablo Delgado, en Costa Rica, graba la parte de Bejuco y otros títeres. Después se monta en Costa Rica y yo lo termino de armar acá”, detalló Hernández. Agregó que tanto gustó el proyecto que Susi, la encargada del montaje de los vídeos, llevó también esta versión virtual a un hospital de Costa Rica.
“El tema era que como gustó a los colaboradores de Uruguay y Argentina, empezaron a hacerlo presencial también en esos lugares, menos en Costa Rica que seguíamos en virtual. Este año por primera vez se hace presencial en Costa Rica y la editorial Clubdelibros dona cien libros que se repartieron a todos los niños internados en el hospital”, comentó.
En paralelo, la escritora Tahiana Larissa también llevó el proyecto a los niños de la Escuela paraguaya en Nueva York. “Ella se fue un día a leer los cuentos y, en diferido, se va la grabación de lo virtual. Entonces ellos todos los sábados siguen el NotiDrilo”, destacó.
Hernández comentó que también acá cada vez que van a algún lugar llevan 10 libros que quedan para la biblioteca del lugar o entregan a cada uno de los chicos. También reciben donaciones de libros en buen estado, que se van acopiando en la casa del Prof. Feliciano Acosta y que van repartiendo hacia el interior del país, como fue el caso de los 700 ejemplares que llevaron para la biblioteca fundada en Concepción. Las mismas se pueden coordinar a través del (0981) 882-795.
El escritor destacó además la experiencia emocional que significa llevar estos cuentos a niños, que terminan poniendo los problemas de uno en perspectiva. “Te reciben con una sonrisa. Esto es lo que nos da fuerza para seguir con estos proyectos”, concluyó.