El regreso de Augusto Roa Bastos: la fascinante historia del rescate de una biblioteca perdida en el exilio

En un contenedor de basura, a punto de ser quemados, fueron encontrados en 2019 cientos de libros, fotografías, cartas y papeles personales del novelista y Premio Cervantes paraguayo Augusto Roa Bastos. La protagonista principal del rescate de este patrimonio, hoy en nuestro país, la joven socióloga Celina Brittez, nos cuenta en primera persona la aventura en una nueva serie que comenzamos a publicar desde hoy en El Suplemento Cultural de ABC Color.

Celina Brittez (centro) y su familia con el agregado cultural de la Embajada de Paraguay en Argentina, durante la entrega de los libros de Augusto Roa Bastos.
Celina Brittez (centro) y su familia con el agregado cultural de la Embajada de Paraguay en Argentina, durante la entrega de los libros de Augusto Roa Bastos.

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Abandonadas al costado de una ruta de la provincia de Buenos Aires, Argentina, en un contenedor de basura, a punto de ser quemadas, fueron encontradas en 2019 numerosas cajas con cientos de libros, fotografías, cartas y papeles personales.

Para sorpresa de la joven socióloga otamandina Celina Bríttez, se trataba de un tesoro: todo lo que las cajas albergaban había pertenecido al novelista y Premio Cervantes paraguayo Augusto Roa Bastos.

Entre los libros, además de diversas ediciones de las principales obras del dueño de la biblioteca abandonada, Augusto Roa Bastos, de distintas épocas, editoriales y países, algunas traducidas a diversos idiomas, Celina y su familia encontraron también libros con dedicatorias de puño y letra de sus propios autores, tales como Gabriel Casaccia, Mario Vargas Llosa o Carlos Fuentes, entre otros escritores de renombre, así como libros sobre cine y escritura de guiones, un oficio que Roa Bastos cultivó en películas como El trueno entre las hojas y La sangre y la semilla.

Celina Brittez con los libros perdidos -y recuperados- de Roa Bastos (Télam)
Celina Brittez con los libros perdidos -y recuperados- de Roa Bastos (Télam)

Uno de los descubrimientos de mayor interés para los estudiosos, por otra parte, fue que en varios de los libros hay anotaciones en el margen de las páginas realizadas por Roa Bastos, muchas de ellas para Yo el Supremo, una de sus novelas más importantes.

Conscientes del enorme valor patrimonial del hallazgo, ya que evidentemente se trataba de una de las bibliotecas que Roa Bastos extravió en el transcurso de sus mudanzas y exilios, la joven Celina Brittez y su familia, en su garaje de la pequeña ciudad rural de Otamendi, se dedicaron a limpiar, ordenar, clasificar y hacer el inventario completo de todos los valiosos libros, manuscritos y documentos que, por un extraño pero afortunado azar, habían llegado a sus manos.

La biblioteca extraviada perteneció al gran novelista paraguayo durante los años en los que vivió en la ciudad de Buenos Aires, Argentina. Celina Brittez decidió devolver al Paraguay este patrimonio que fue parte de la vida y la historia personal de nuestro escritor más célebre. La joven se comunicó con la Embajada del Paraguay en Argentina para entregar su tesoro, junto con el minucioso trabajo de catalogación e inventario realizado por ella y su familia, y así fue como esta parte del legado del autor de Hijo de Hombre, descubierto en un contenedor de basura al lado de una ruta, pudo ser salvado de la desaparición y el olvido y depositado en la Fundación Augusto Roa Bastos para su puesta en valor.

Esta fascinante historia, que bien podría encontrarse en un libro del propio Augusto Roa Bastos, nos la cuenta en primera persona la protagonista principal de la aventura, la socióloga Celina Brittez, en una nueva serie que comenzamos a publicar desde hoy en El Suplemento Cultural de ABC Color: “El portal infinito”.

Una de las notas encontradas entre los libros perdidos de Augusto Roa Bastos
Una de las notas encontradas entre los libros perdidos de Augusto Roa Bastos
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