González ofreció ese día una errante presentación en el Festival de Nacimiento, a 556 kilómetros al sur de Santiago, tras el cual debió ser internado en una clínica de la ciudad de Concepción.
Según el documento proporcionado a los periodistas, González presentó en su intervención musical problemas de motricidad, del habla y vio, además, alterado su sentido de la ubicación, un estado que al parecer venía presentándose días antes de su recital.
“Jorge trabajó sin saber de esto durante la última semana, entregándose al máximo de sus fuerzas, que evidentemente no eran las óptimas para cumplir con los compromisos adquiridos, y especialmente con las expectativas de sus fans”, consignó el escrito.
González había arribado a Chile desde Alemania en los primeros días de febrero, con un itinerario de fechas definido que debía empezar tras su llegada.
No obstante lo ocurrido, el músico se encuentra tranquilo, recuperándose en la Unidad de Cuidados Intensivos del centro asistencial donde está internado y “plenamente consciente de que lo peor ya pasó”, por lo que aseguran que la recuperación será “rápida y completa”, precisó el texto.
En tanto, su representante Jorge Alfonso Carbone, aseguró que el músico no presentaría secuelas aunque tendrá que estar en reposo absoluto y el proceso de rehabilitación durará entre 30 y 40 días, tiempo que estará alejado de los escenarios.
Jorge González (voz y bajo), junto a Claudio Narea (guitarra y coros) y Miguel Tapia (batería y coros), crearon el grupo “Los Prisioneros”, una banda de rock chilena considerada en Latinoamérica como la agrupación más influyente e importante de Chile bajo la dictadura de Augusto Pinochet.
Con un simple sonido punk con matices de 'new wave', y más tarde el 'synth pop', sus canciones tocaron aspectos de la contingencia en Chile y el resto de Iberoamérica, las que fueron utilizadas por los jóvenes de la época como herramientas de protesta contra el régimen militar (1973-1990).