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Llama la atención y es una pena, nos manifestó el escritor Augusto Casola, presidente del PEN Club del Paraguay, que a las innúmeras dificultades por las que atraviesan libreros y autores para publicar sus obras se sumen obstáculos caprichosos como el señalado, cuya artificialidad no hace sino volver más escabroso el paisaje de la cultura en nuestro país.
La Feria del Libro, que comenzó el pasado miércoles 21 con la presentación de la revista venezolana Actual, por parte de su director Víctor Bravo, sorprendió al público asistente al no disponer de un solo ejemplar a ser adquirido en el acto de su lanzamiento.
Es asombrosa esta medida de la Embajada, ya que el Juan de Salazar siempre se caracterizó por apoyar la cultura nacional y en él siempre se vendieron libros, tanto de autores paraguayos como de otros y también contó con ese derecho la última versión del Diccionario de la Real Academia.
Es evidente que existe desconocimiento por parte del embajador, de nuestras circunstancias y de las posibilidades de vender libros en nuestro país, pues de lo contrario uno no se explica la regla que prohíbe aprovechar en esta oportunidad ya que a la feria asiste un limitado número de personas que podrían estar interesadas en adquirir algún libro y compartir con sus autores, lo que sería posible si los mismos estuvieran a su disposición.
La oportunidad de reunir gente interesada en la cultura, como ocurre con los días que va a durar la Feria de Escritores, no se da con demasiada frecuencia, y, al respecto, Casola nos manifestó que el PEN Club del Paraguay está considerando la posibilidad de manifestar el desacuerdo que sienten los escritores con la medida, proponiendo a los mismos realizar la feria en la vereda de enfrente al Centro Juan de Salazar, el próximo sábado.
Es lamentable, agregó, que hasta en las pocas manifestaciones culturales de nuestro paupérrimo ambiente cultural se limiten las posibilidades de ofrecer a la venta los libros nacionales.