La exhibición es el resultado de una residencia artística multidisciplinaria impulsada por Estación Crear, con el objetivo de generar transformación personal a través del arte, con especial énfasis en la salud mental. Durante cuatro meses, las participantes trabajaron en talleres semanales desarrollados en el penal, junto con profesionales del arte y la cultura, dando forma a obras que expresan sus emociones, vivencias y esperanzas.
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Los talleres fueron coordinados por Nat Mendoza, directora general de Estación Crear, junto con las facilitadoras Paz Moreno Re, Ivana Molas y Verónica Barreto. A partir del concepto de autorretrato abstracto, se gestó una instalación colectiva que entrelaza diversas disciplinas artísticas.

“Más allá de las obras maravillosas que las chicas desarrollaron, el proceso —cada prueba y error, las charlas y los abrazos, el compartir y crecer como personas, no solo como artistas— fue lo que hizo de esta residencia un verdadero éxito”, expresó Nat Mendoza.
El proyecto apuesta también por generar una fuente de ingreso para las artistas, contribuyendo a su salud mental y sostenibilidad futura. “Buscamos que esta experiencia sea también una retribución económica para ellas, porque trabajo es salud mental”, añadió Mendoza.

La instalación artística combina técnicas como el ñandutí, escultura en papel maché, poesía y música. La obra final incluye una escultura central realizada de forma colectiva, piezas individuales, y poemas creados en grupo que han sido grabados en formato audio para complementar la experiencia.
La exposición fue inaugurada inicialmente el pasado 27 de abril en un evento interno en el Penal del Buen Pastor, y desde el 7 de junio está abierta al público en Estación Crear, donde podrá visitarse hasta el 7 de julio.
Este proyecto busca convertirse en una plataforma de visibilidad y sostenibilidad para las artistas participantes, compartiendo sus voces con la comunidad y promoviendo su dignidad a través del arte.